¡MONTERROSA VIVE!
Por Guido Miguel Castro
Este 23 de octubre conmemoramos el 26º aniversario de la heroica muerte del Teniente Coronel de Artillería DEM Domingo Monterrosa Barrios, en el marco del Operativo Torola IV, junto al coronel Calito y el Mayor Azmita, siendo Comandante de la Tercera Brigada de Infantería y Jefe de la Tercera Zona Militar, con el antecedente de haber sido el primer Comandante y fundador del Batallón Atlacatl y del Batallón de Paracaidistas.
Nacido de humilde familia en Berlín, cursó estudios de secundaria en el Instituto Nacional Francisco Menéndez y en el Liceo Salvadoreño. Entre la vocación sacerdotal y la carrera militar escogió la segunda, graduándose con honores en 1963, obteniendo la primera antigüedad y ganando el premio “Bernardo Hogigins” que concedía la misión chilena al mejor cadete de cada promoción.
Comandó la Quinta Compañía de Expedicionarios de la Guardia nacional en la Guerra de la Dignidad Nacional contra Honduras, caracterizándose por su honradez y rectitud en el cumplimiento del deber, evitando siempre abusar de su posición de ejército vencedor.
Siempre se caracterizó por una condición física superior al promedio y con una osadía que le permitió ser el mejor Comandante de Campo durante la Guerra contrainsurgente. Mientras fue Comandante del Batallón de Paracaidistas trotaba junto a su perro “Huragan” un Pastor Alemán albino, y todo el Batallón desde su sede en Ilopango hasta el Hotel El Salvador en la Colonia Escalón.
Nunca mantuvo distancia con la tropa, más bien se hacía uno más de ello, eso imprimía respeto, valentía y espíritu de equipo. Era de los Comandantes que marchaban al frente de batalla en primera línea, no
era de los que dirigían las batallas desde el cuartel o desde una posición dominante y segura.
Sus manos siempre estuvieron llenas de sangre, sí, de sangre de heroicos soldados que morían en sus brazos, como en los de un verdadero padre.
Al relacionarse con la población civil imprimía confianza en momentos de desesperanza, llevaba alivio a las zonas desbastadas por la guerra, cuando pedía comida para su cuerpo de oficiales y para la tropa siempre la pagaba, mucha gente no quería aceptarlo, pero él insistía. Sin embargo, era de los pocos jefes y oficiales que entregaba los remanentes de dinero de los operativos, a la gran mayoría nunca les alcanzaba lo que les daban.
Cuando su tropa cruzaba el Torola sostenidos de un cable, él lo hacía varias veces, ya que cargaba sobre sus hombros a los soldados de más baja estatura para que la fuerte corriente nos los arrastrara con las 60 libras de equipo que cargaban.
Bromeaba siempre con la muerte, siempre le jugaba la vuelta, era necesario un plan traidor para poder eliminarlo.
Para muchos era una molestia ya que llevaba la guerra demasiado rápido hacia una salida militar. Esto no era bueno ni para los comerciantes de la muerte ni para los políticos de la guerra popular prolongada o los conflictos de baja intensidad, era un estorbo para todos ellos.
Joaquín Villalobos, su más acérrimo enemigo, siempre se ha adjudicado la autoría material e intelectual del asesinato y actualmente sus descendientes exhiben como un trofeo de guerra los restos del helicóptero en el que murió en el llamado “Museo de la Revolución” sin que nadie lo reclame, pero la verdad es que ese cuentecito de la
“Radio Venceremos” solo lo puede creer un ingenuo que crea que Domingo Monterrosa era uno de ellos.
La autopsia del cuerpo del Héroe de Joateca revela una explosión en la parte superior de la nave aérea en la que se transportaba…la historia juzgará en su momento. ¡Monterrosa Vive!
EL CHARLY MONTERROSA Y DIOS
Pareciera contradictorio hablar de un gigante de las armas y del Divino Creador, por lo que hay que superar ese paradigma y afirmar en primer lugar, que los hombres del Ejército somos también creyentes, aunque rudos y maledecientes, somos hombres temerosos de Dios y defensores de la Fe.
De hecho, haber impedido el triunfo del comunismo implicó detenér la entrada del ateísmo o de la llamada “iglesia popular” que propugna la violencia y el odio de clases.
Domingo Monterrosa desde niño creció bajo las enseñanazas de la Santa Madre Iglesia y murió precisamente junto al sacerdote católico Carlos René Guillén y su sacristán Juan de Dios Andrade, luego de haber oficiado la Santa Misa en Joateca.
De hecho, Monterrosa, cuando liberaba determinadas zonas de la agresión comunista, llevaba salud, asistencia médica y alimentación, todo enmarcado y bajo la bendición de Dios a través de los sacerdotes.
Igualmente era celoso en la asistencia religiosa de su tropa. Los capellanes castrenses tenían siempre un sitial privilegiado en las unidades militares que dirigió, especialmente en el BIRI Atlacatl y la 3a. Brigada.
El Chaly amaba entrañablemente a la Virgen María, devoción que profundizó mientras estudió con los hermanos Maristas en el Liceo Salvadoreño, al punto que analizó la posibilidad de entrar al seminario, aunque al final se decidió por la carrera de las armas. Era tal su vocación por los asuntos sagrados, que impartía la catequesis de la primera comunión a los niños pobres de la comunidad Tutunichapa, cerca de la casa de su hermana en San Salvador.
Su amor y respeto por Dios lo plasmó en el elma del BIRI Atlacatl: “Por la Patria y con Dios” que ahora ha retomado el Comando de Fuerzas Especiales.
Luchas contra los comunistas era luchar contra los enemigos de Dios, contra los enemigos de la Fe, al igual que los antiguos caballeros cruzados, el Charly Monterrosa junto a sus valientes caballeros marchó al encuentro de la muerte para hacer prevalecer la verdad y la fe.
Indudablemente Monterrosa ahora vive en la gloria celestial, junto a Dios a quien amo y defendió de los nuevos enemigos de la fe.
Monterrosa ahora forma parte de las huestes celestiales y no dudaría en decir que San Miguel Arcangel le pidió que organizara un Batallón de Fuerzas Especiales contra los demonios más poderosos de los infiernos de Satanás que ahora luchan por destruir los valores fundamentales de la humanidad.
Descansa ahora Domingo en la paz de Dios porque fuieste un siervo bueno que luchó el combate de la fe y triunfastes, producistes el ciento por uno de los denarios que recibistes!!!! ¡Monterrosa Vive!
Por la Patria y con Dios
Sgto. Guido Miguel Castro
Hola, mucho gusto. Quisiera saber si es posible que suberian algunas fotografias del Coronel Monterrosa cuando estaba en el batallon de paracaidistas. Mi padre fue su sargento cuando estaba en el batallon y tambien es de Berlin. Lastimosamente tuvo que botar a la letrina todas esas fotos con el coronel y otros cuando la guerrilla se tomo esa ciudad. De hecho mi papa me cuenta que cuando lo mandaban a otras partes, siempre lo confundian con el charley Monterrosa por el gran parecido fisico que tenian. Espero puedan ayudarme. Saludos a todos.