Cerro Cacahuatique: Epicentro de una Gran Derrota

Cacahuatique_Domingo_MonterrosaEl miércoles 14 de diciembre de 1983, subversivos de la organización terrorista Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) lanzaron un violento ataque a las posiciones de la Fuerza Armada en el cerro Cacahuatique, departamento de Morazán

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A finales de noviembre de 1983, el Teniente Coronel Domingo Monterrosa fue nombrado comandante de la Tercera Brigada de Infantería, ubicada en La ciudad de San Miguel, El Salvador. Este movimiento de mando se dió dentro de la necesidad de retomar el liderazgo en la zona, el cual había sido perdido por el Coronel Jaime Flores después de varios años de ostentar dicho cargo.

El ingreso del Coronel Domingo Monterrosa a la Tercera Brigada de Infantería implicó cambios tales como: mejoras en la seguridad de las instalaciones militares, mayor acercamiento a la población civil, re-estructuración de las unidades de combate y agresividad en las operaciones militares, pero no pasó mucho tiempo para que la capacidad táctica del Coronel Monterrosa fuera puesta a prueba.

El miércoles 14 de diciembre de 1983, subversivos de la organización terrorista Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) lanzaron un violento ataque a las posiciones de la Fuerza Armada en el cerro Cacahuatique, departamento de Morazán, que estaban custodiadas por nuevos miembros del batallón Tecana. Dicho cerro gozaba de una posición estratégica durante el conflicto. Desde su cima se observaban poblaciones claves de la zona como Osicala y Ciudad Barrios. Así mismo, se podía monitorear el abastecimiento logístico a los terroristas del FMLN desde Nicaragua y Honduras. Gracias a sus 1,600 metros sobre el nivel del mar, el cerro Cacahuatique era también un nodo de telecomunicaciones para la Fuerza Armada de El Salvador y la televisión nacional.

En diciembre de1983, los grupos terroristas iniciaron su aproximación desde la Haciendona, una finca cercana al lugar.  A medida que estos se acercaban a las posiciones del batallón Tecana, el combate se iba intensificando. La superioridad numérica de 5 contra 1 forzó a los elementos del batallón a abandonar sus posiciones temporalmente, no sin antes destruir algunos de los equipos de transmisión. Mientras tanto en la carretera Panamericana, los terroristas habían establecido retenes bloqueando el tránsito de vehículos. Algunos de ellos se dedicaron a robar relojes, prendas de vestir, dinero, zapatos y baterías de vehículos, entre otros.

En la sede de la Tercera Brigada de Infantería ya se preparaba un plan de contra-ataque. La experiencia  de un ataque similar en mayo de 1983 dejó muchas lecciones al coronel Monterrosa y, mientras su estado mayor y el se ideaban como abordar la emergencia, las tropas se preparaban para un desplazamiento inmediato.

El contra-ataque ameritaba ser violento. Unidades de la Fuerza Aérea y Artillería comenzaron a bombardear las posiciones de los grupos terroristas. Fusil en mano y sudoroso, el coronel Monterrosa emprendio hacia la zona de combate. El y sus valientes soldados se desplazaron desde San Francisco Gotera, departamento de Morazán, hasta alcanzar las proximidades de Cacahuatique.

En total, los combates duraron dos días. Unidades del batallón de paracaidistas, batallón Morazán y elementos de la Tercera Brigada combatieron intensamente hasta acorralar a los terroristas. Al atardecer del jueves 15 de diciembre Cacahuatique ya estaba bajo control total de la Fuerza Armada. Las bajas del lado de los terroristas alcanzaron más de 100. Los sobrevivientes lograron huir y evacuar a sus a heridos y muertos.  Pobladores de Sesori, departamento de San Miguel, indicaron que unos siete camiones transportaron a los terroristas muertos y heridos. Los resultados del ERP fueron totalmente adversos gracias a la pronta respuesta y mobilidad del coronel Domingo Monterrosa y sus unidades.

¿Qué motivó a los terroristas a realizar un ataque torpe y suicida?

Se identifican dos objetivos:

  • Joaquín Villalobos y los terroristas del ERP querían lograr una victoria política a través de los medios de comunicación en El Salvador y los Estados Unidos. Se buscaba una Victoria propagandistica que le cortara las alas a la nueva dirección de la Tercera Brigada de Infantería.
  • Joaquín Villalobos estaba sumergido en un enredo de intrigas y descomposición dentro del FMLN relacionadas al asesinato de la terrorista Melida Anaya Montes. Villalobos estaba siendo señalado por miembros de las organizaciones terroristas, FPL (Fuerzas Populares de Liberación) y MOR (Movimiento Obrero Revolucionario “Salvador Cayetano Carpio”) de generar divisiones y colocar a “Leonel Gonzáles” (Salvador Sánchez Cerén) a la cabeza de las FPL. El ataque al cerro Cacaoatique tenía entonces  como objetivo demostrar fuerza dentro la organización y desviar la atención de los problemas internos del FMLN.

En unas 48 horas, más de 100 terroristas y unos 23 elementos de la Fuerza Armada habian muerto en el ataque al cerro Cacahuatique. ¿Porqué? Siplemente porque se tenían que satisfacer las aspiraciones personales y locuras de unos delincuentes que buscaban mantenerse a la cabeza de un grupo terrorista.

EL PAYASO (VILLALOBOS) QUE PRETENDIÓ SER EL VERDUGO DE MI CHARLY MONTERROSA

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La literatura desarrollada por la pluma de los terroristas del FMLN, ha pretendido vender la idea que Joaquín Villalobos, dirigente del ERP luego de asesinar al poeta Roque Dalton, ideó un plan perfecto para asesinar al Teniente Coronel Domingo Monterrosa Barrios y que culminó en la tragedia del 23 de octubre de 1984 en Joateca.

En resumen dicho cuento afirma que Villalobos le mandó poner una trampa caza bobos a mi Charly en la carcasa de un transmisor de radio, y que por su obsesión por destruir la ridícula “Radio Venceremos”, se llevaría el artilugio en su helicóptero y a cierta altura se accionaría un dispositivo barométrico y estallaría en mil pedazos.

Es estúpido quien piensa que un militar tan experimentado como Domingo Monterrosa no habría tomado sus precauciones antes de llevarse cualquier aparato capturado al enemigo, pero ante la oscuridad de los hechos, el payaso de Villalobos quiso sacar ventaja quién lo iba a contradecir, ¿los verdaderos asesinos? Por supuesto que no, entonces aplicó el viejo adagio: en río revuelto, ganancia de pescadores.

Pero ¿quién es este personaje de circo barato que gracias a sus negociaciones oscuras ahora se las da de gran analista y académico de la Universidad de Oxford?

En el libro “Héroes bajo sospecha” de Geovani Galeass, un ex guerrillero, encontramos la verdadera personalidad de este psicópata que llevó tanto luto y dolor a la familia salvadoreña, y que ahora, luego de realizar negocios sucios con gobiernos y organismos internacionales, goza de las mieles del placer y seguramente, de los millones que lograron al secuestras empresarios en los años 70.

Villalobos se graduó de bachiller del Liceo Salvadoreño y comenzó una carrera universitaria que nunca terminó. Era miembro de la juventud del PDC, que en los años sesenta y setenta eran más cercanos a los terroristas que a sus propios dirigentes partidarios.

Ingresó al naciente ERP a principios de los años ’70 con ambiciones bien claras: eliminar a quien fuere necesario para alcanzar sus ambiciones de poder, es literalmente un maquiavélico, para quien, el principio de “el fin justifica los medios” es una verdad que rige su vida.

Siempre vio de menos a sus compañeros terroristas, porque la mayoría eran de extracción popular y él se consideraba socialmente superior. Galeas lo define, en su jerga comunista, como un “pequeño burgués”, que gustaba vestir bien, comer y beber bien, y vivir con las guerrilleras que quería hacer sus amantes y a quienes promovía inmediatamente en su organización terrorista.

A la primera oportunidad, logró la eliminación física del poeta Roque Dalton García, quien tenía no solo mayor edad y madurez, sino también más inteligencia, formación, carácter y ascendencia personal sobre los grandes líderes del terrorismo en Cuba, que en ese momento histórico, junto a Moscú y Pekín, constituían las mecas del comunismo y el terrorismo internacional. De hecho, Roque Dalton era muy cercano a Fidel Castro, lo que le había granjeado muchas enemistades en Cuba.

Acusó a Dalton de ser un agente de la CIA (el león juzga por su condición, o mejor dicho, el ladrón juzga por su condición) y lo condenó a muerte en un circo que simuló una especie de “tribunal revolucionario” luego de mantenerlo prisionero en una de las casas de seguridad que mantenían antes, durante y después de la guerra.

Lo asesinaron como un perro en la lava de la erupción de 1917 entre Quezaltepeque y San Juan Opico, ahí se lo comieron los perros callejeros y los zopilotes.

Una vez consolidada su posición de poder, no dudó nunca en eliminar a quien consideró un obstáculo a sus ambiciones personales, secuestró, cobró rescates y entregó cadáveres de los secuestrados, llevó el sufrimiento y la muerte a los sectores más pobres del país, a quienes obligaba a prestarle colaboración so pena de ser asesinados acusados de colaborar con el Ejército.

Fidel Castro lo obligó a unirse en una sola organización, el FMLN, junto a las otras 4 organizaciones terroristas. Era un macho sin dueño y a la hora de las negociaciones de paz él negoció con quien quiso o con quienes siempre había negociado: los misiles SAM-7 y el aumento de 3 puntos en el IVA fueron algunas de sus cartas de cambio que ahora le permiten escibir y hablar como un académico de Oxford cuando no es más que un vulgar terrorista, secuestrador y asesino.

Con estos antecedentes personales, expuestos por sus propios compañeros, no dudamos en afirmar que Villalobos es un farsante al pretender abrogarse la eliminación física de nuestro querido Domingo Monterrosa y sus compañeros héroes de Joateca.

De los que sí puede jactarse es del asesinato de varios alcaldes del PDC en la zona oriental del país, de miles de niños muertos o mutilados por las minas terrorista, del asesinato de decenas de soldados en licencia o de sus familiares, de todo eso sí se puede jactar el payaso de circo barato, con el perdón de los honorables payasos, hasta de los jayanes, que divierten a nuestro pueblo en sus humildes carpas.

Domingo Monterrosa fue asesinado, pero no por este payaso, pero murió con el orgullo de morir luchando de cara a los terroristas, no atrás de un escritorio con las botas virgas, sino con las botas bien enlodadas en los caminos que llevaron a la paz y a la libertad a nuestro pueblo.

Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

TRAICIÓN A LA FUERZA ARMADA

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Por Guido Miguel Castro

Sorprendentemente, un grupo de personas que pertenecieron a la Institución Armada, presididos por los señores René Roberto López y Néstor Bonilla, han conformado el llamado “Consejo Asesor para la Defensa Nacional” para “asesorar a la fórmula presidencial del FMLN en materia de seguridad nacional”.

El hecho que nueve ex–oficiales o ex–jefes militares aparezcan junto a dos antiguos guerrilleros, clasificados internacionalmente como terroristas, responsables de asesinatos como los del Dr. Carlos Antonio Herrera Rebollo, ministro de educación, el Dr. Antonio Rodríguez Porth, canciller de la República y el Fiscal General de la República, Roberto García Alvarado, de ejecutar más de mil combatientes del FMLN, de miles de niños mutilados por las minas y por supuesto, de cientos de ataques y ejecuciones sumarias a miembros de la Fuerza Armada.

Más de cien mil soldados lucharon a lo largo de la guerra, derramando su sangre, sudor y lágrimas por defender la institucionalidad del país, por no permitir que el país cayera en el totalitarismo que pretendían imponer el eje La Habana-Managua-Moscú, en esos aciagos años de la guerra fría.

Actualmente esos soldados, que defendieron a su Patria y que permitieron que ahora vivamos en libertad, luchan todavía por una indemnización justa a su sacrificio.

Por otro lado, nueve personas, que un día juraron defender la Patria aun a costa de su propia vida, ahora se sienten a asesorar a dos que fueron no solo sus enemigos, sino los enemigos de la Patria, de la libertad y de la democracia, eso es inaudito y traición al sacrificio de todos los hombres de la Fuerza Armada.

Es una traición a la pléyade de los héroes nacionales, presididos por Domingo Monterrosa Barrios, Azmitia y Calito, y que incluye hasta el último soldado desconocido que no tiene ni siquiera una tumba en la que se le pueda rendir homenaje póstumo.

Pero esto no es extraño, los terroristas siempre intentaron infiltrar las filas de la Fuerza Armada, y por lo visto lo lograron, ahora están saliendo del clóset y están mostrando lo que realmente son, por supuesto, con pensión de retiro del IPSFA y el grado militar que alcanzaron.

El FMLN, desde las negociaciones que precedieron a los llamados Acuerdos de Paz, intentaron eliminar a la Fuerza Armada, pero solo lograron eliminar a los Cuerpos de Seguridad (con cuya presencia no hubiéramos llegado a estos niveles de delincuencia con las maras) y los Batallones de Reacción Inmediata; también presionaron para formar una comisión de depuración de la Fuerza Armada y la espuria “Comisión de la Verdad” que cargó los dados contra la Fuerza Armada.

Y así como no han renunciado a la formación de un estado socialista, como lo expresan los estatutos de su partido político, inscrito por decreto ejecutivo y no por la vía legal, tampoco han renunciado a destruir a la Fuerza Armada, ya sea haciéndola desaparecer o convirtiéndola en un ejército miliciano, al servicio del llamado Socialismo del Siglo XXI, como en Venezuela.

En otras palabras, estos señores, traidores a sus antiguos compañeros de armas, ahora se pretenden erigir como los verdugos que darán el tiro de gracia a la Fuerza Armada.

La formación del militar debe girar en torno al honor y a la lealtad, vivir con honor y actuar con lealtad a sus compañeros, sostener y defender un juramento hecho ante el Pabellón Nacional y guardar lealtad a otros que sacrificaron hasta la vida para que sus compañeros sigan viviendo y lo hagan en libertad.

Indudablemente, la historia juzgará a los traidores como lo ha hecho con Judas por los siglos de los siglos.