DOMINGO MONTERROSA: EL SÍMBOLO DEL VETERANO DE GUERRA Y REPRESENTANTE DEL SOLDADO DESCONOCIDO

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Domingo Monterrosa y el pueblo Salvadoreno

Domingo Monterrosa y el pueblo Salvadoreno

El pasado 28 de noviembre la Asamblea Legislativa decretó el 31 de enero de cada año como Día del Veterano de la Fuerza Armada. Dicha fecha coincide con el Parte a la Nación que marcó el fin de la guerra que la gloriosa Fuerza Armada mantuvo contra las fuerzas terroristas del FMLN, que concluyó con los llamados Acuerdos de Chapultepec firmados por Alfredo Cristiani y los comandantes terroristas, los cuales no poseen ningún tipo de base legal, sino únicamente político.

Si bien ese Parte a la Nación puede considerarse un ¡Misión Cumplida! de la Institución Armada, la verdad es que fue el inició del trato más ignominioso que un gobierno civil pudo dar a la institución republicana más antigua de la vida independiente de El Salvador.

El haber pactado con terroristas implicó que se llevara de encuentro al Ejército y a todos sus miembros. Inmediatamente el FMLN empezó a conseguir lo que no logró en el campo militar: se empezó a acusar ignominiosamente a la Fuerza Armada de supuestas violaciones a los derechos humanos, pretendiéndola hacerla pasar de defensora de su pueblo y de la institucionalidad republicana a protagonista de graves actos contra la población civil; se provocó una muerte civil en muchos soldados, clases, oficiales y jefes a través dos comisiones que en teoría buscaron depurar a la Fuerza Armada y buscar culpables de hechos violentos acaecidos durante la guerra.

Se ordenó la desmovilización de los BIRI y de los Cuerpos de Seguridad, dando paso a una policía de carácter civil que 20 años después ha demostrado incapacidad total para combatir las estructuras de la delincuencia común y organizada.

Nos han dedicado un día en que recordamos la vergüenza de la Fuerza Armada, la humillación del Ejército Nacional.

Las grandes naciones dedican un día especial en el año para recordar y agradecer a todos los hombres de armas que han luchado y dado lo mejor de su vida en servicio a los intereses patrios. Por lo regular es un día de asueto en el que se realizan actos especiales y se visitan los monumentos y tumbas de aquellos guerreros que ya pasaron a las filas del Ejército celestial.

Pero en nuestro caso pareciera que solo es un acto político para lograr apoyo de un importante sector de nuestra población como son los veteranos de guerra de la Fuerza Armada y sus familiares, que calculo en medio millón de personas.

¿De qué sirve un día si los derechos fundamentales de los veteranos son burlados constantemente? Es triste constatar que los antiguos comandantes terroristas ahora son grandes empresarios y viven en zonas residenciales exclusivas, mientras los veteranos mueren día a día en espera de un día que nunca llegará en las presentes condiciones, esperando una pensión digna o una oportunidad para ganarse la vida honradamente sin ser explotados por los dueños de las agencias de seguridad.

La figura de Domingo Monterrosa se yergue como el mejor representante de los veteranos de guerra de El Salvador, en primer lugar por ser el mejor soldado jamás salido del seno de la Fuerza Armada, en segundo lugar por haber sabido conjugar su liderazgo, su don de mando, su capacidad física, su capacidad estratégica y su calidad humana. Ningún veterano que tuvo el honor de combatir junto a su lado puede señalar ningún maltrato, abuso, error, acto de corrupción o traición a la patria. Fue soldado desde que prestó su juramento a la bandera hasta el segundo en que entregó su alma al Creador en un acto de cumplimiento del deber. Amó a su tropa como a sus propios hijos y sacrificó todo, y cuando digo todo es todo, para vivir como soldado de honor cada segundo de su vida. Rechazó el poder político y los puestos administrativos en el Ejército para sufrir la guerra en carne propia, para estar con sus soldados, para lograr llevar la paz a su pueblo. Sin embargo, él, como miles de veteranos fueron traicionados por los políticos que lo único que querían era espacio para que se siguiera desarrollando el mercantilismo.

Asimismo, mi Coronel Monterrosa es la personificación del Soldado Desconocido, esa figura que representa a los soldados que no tienen una tumba en que se honre su memoria, por haber desaparecido en acción de guerra o por desconocerse su paradero y que en muchos países ha merecido un monumento con una llama perpetua y hasta guardia de honor.

El Soldado Desconocido representa el sacrificio sin reconocimiento de miles de hombres que ofrendan su vida por los altos intereses de la Patria, muchos de estos héroes quizás nunca dimensionaron su sacrificio, porque simple y sencillamente luchaban por su País sin esperar nada a cambio, y desgraciadamente muchos, al llegar al poder o gozar de los beneficios de ese sacrificio, no lo valoran y dejan en el olvido a estos héroes anónimos, quienes indudablemente recibirán su premio en la Eternidad.

Domingo Monterrosa marcha al frente de estas huestes de héroes anónimos, porque fue el primer soldado en el frente de batalla, el que más riesgo asume, el que sin temor a la muerte va a su encuentro en el cumplimiento del deber.

Si los legisladores estuvieran mejor asesorados se habrían dado cuenta de ese grave error, que por supuesto es posible enmendar con un nuevo decreto legislativo.

Ojalá un día la Nación rinda un merecido homenaje a todos los veteranos y a los soldados desconocidos, a través de un monumento en mármol o bronce con la figura del Tte. Cnel. De Artillería, DEM Domingo Monterrosa Barrios, a la cual podamos llegar a rendir homenaje a los Héroes de la Patria, especialmente el día 23 de octubre

de cada año, fecha ideal para ser declarado Día del Veterano o Día del Soldado Desconocido, o ambas conmemoraciones un una sola ese mismo día.

Sin embargo, lo hagan o no, los que respetamos y veneramos su memoria, seguiremos conmemorando la fecha de su muerte, cada año con mayor solemnidad.

Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

Tenemos la firme decisión, el propósito, más que todo la conciencia que, como soldados y salvadoreños, podremos llevar esta lucha y terminarla lo más pronto posible

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El coronel Domingo Monterrosa entendía la complejidad del conflicto por el que atravesaba El Salvador pero también tenia la convicción de que la confrontación tenia fuertes posibilidades de ser eliminada. Era cuestión de compromiso con el pueblo salvadoreño.

Luego de las acciones de terror realizadas por el FMLN en la población de Berlín, Usulutan, en 1983, las fuerzas del ejercito junto al gobierno de la república y la cooperación norteamericana se dedicaron a proporcionar asistencia a lo pobladores, especialmente a aquellos que habían tenido perdidas significativas.

Así recogió el periódico El Diario de Hoy las actividades conjuntas en Berlín.

Esta Guerra Impuesta es Cruel para el Pueblo

“Es una guerra bastante difícil, muy cruel. Y esta propalaron de Berlín es una muestra. Las acciones del ejército van lentas, pero seguras; es por la misma forma de la guerrilla”, expresó ayer el Cnel. Domingo Monterrosa, comandante del Batallón Atlacatl.
Esta fue una respuesta que dio el jefe militar a unos periodistas extranjeros, cuando ayer en Berlín, el embajador norteamericano Deane Hinton, inspeccionaba el Proyecto Conjunto entre Estados Unidos y El Salvador, de Viviendas Modulares Provisionales. Estas son hechas de material plástico, para las familias que perdieron sus viviendas en esa ciudad. Una de esas viviendas construidas es la del alcalde local, señor Santiago Yazbek Batres.
“Esta guerra es casi en la misma manera como se produce en otros países. Es una guerra difícil. Este mismo pueblo es testigo de ella. Sin embargo creo que nosotros tenemos la firme decisión, el propósito, mas que todo la conciencia que, como soldados y salvadoreños, podremos llevar esta lucha y terminarla lo más pronto posible”, agrego.

Ayuda Militar
Al preguntarle sobre más ayuda militar de Estados Unidos, contestó Monterrosa que “somos buenos amigos de los Estados Unidos y de todos los países libres. Y pienso que por lo tanto comparten nuestro dolor. Y más que todo, lo comprenden. También creo y pienso que ellos comprenden esta lucha que es tan cruel. Y creo que vamos a tener su apoyo”.
Cuando le preguntaron qué podrían enseñarle al ejercito los norteamericanos, dijo el jefe militar: “Creo que ellos saben mucho más. Pero siempre tienen sus características. Tienen su propia idiosincrasia, de acuerdo al pueblo o al país donde se genera. Y quienes están conviviendo en forma directa tienen la oportunidad de conocer lo mejor”.
Una periodista norteamericana le dijo que “ustedes no siguen los consejos que le dan y por eso no logran lo que podrían haber logrado.” A esto Monterrosa contesto: “Creo que si. Lo que pasa es que depende como se presenta la situación, así es como se reacciona. Pero si la doctrina que nos han ensenado los Estados Unidos es la mejor. Alguna veces, otros periodistas han preguntado si deseamos otra clase de asesores, como taiwaneses o europeos. Siempre he tenido la convicción de que la doctrina norteamericana es la madre del mundo”.

MONTERROSA NO ESTUVO EN EL MOZOTE

No menos de diez asesores militares (norteamericanos) trabajaban en aquel entonces con el Batallón Atlacatl. De acuerdo con uno de ellos, unos días después de la “masacre” habían telefoneado a la base del Atlacatl en la Libertad “Llamaron y pidieron hablar con Domingo Monterrosa, querían conversar con él acerca de algo que había pasado (en el caserio Mozote) durante el operativo”.

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Los terroristas del FMLN siempre guardaron un odio irracional contra el Tte. Cnel. Domingo Monterrosa Barrios por su liderazgo, por su eficiencia y por su carisma como militar, el cual lo transmitía a las tropas que dirigía.

A raíz de la operación “Rescate de Morazán” o tambien conocida como “Operacion Rescate”, realizada a principios de diciembre de 1981, dirigida por el Coronel Flores, Comandante de la Tercera Brigada de Infantería, en la que participó el recién creado Batallón Atlacatl, la izquierda comunista (FMLN) y maoísta (ERP), iniciaron una campaña de mentiras y descrédito contra el Ejército, con el fin de, en ese momento, impedir que se aprobara la certificación que permitiría el aumento de la ayuda militar norteamericana con la llegada de Ronald Reagan al poder.

A raíz del operativo y el enfrentamiento en el Mozote, en el que la guerrilla se escudó en la población civil que mantenían retenidos como “masas” y que les servían para alimentarlos y servir de mensajeros y mil usos, empezaron a magnificar los hechos presentándolo como una “matanza” realizada por el nuevo Batallón que ya sabían, sería su peor azote durante la guerra.

Uno de estos terroristas, el venezolano Carlos Henríquez Consalvi, encargado de la llamada Radio Venceremos, ahora ha creado una ONG llamada Museo de la Palabra y de la Imagen, desde la cual editó un libro titulado “Luciérnagas del Mozote”, en el que incluye un resumen de un reportaje del periodita norteamericano Mark Danner, en el cual vuelve a confirmar que la gran mayoría de los cadáveres encontrados, tal como lo afirma la Comisión de la verdad eran de niños, es razonable que un Batallón de Reacción Inmediata como el Atlacatl trabara combate contra más de cien niños del Mozote?, y por otra parte, en una comunidad de 24 casas podían vivir 128 niños?

Resulta indudable que los cadáveres fueron colocados en el lugar para después traer corresponsales extranjeros y lanzar en periódicos norteamericanos, precisamente en dos de los periódicos más influyentes en la política norteamericana, un cuento construido con cadáveres de niños que presentaran al ejército salvadoreño como masacrador de menores de edad, algo que que ni antes ni después del Mozote se repitió nunca, en momentos en que se discutía la aprobación de ayuda militar y económica a El Salvador.

Con respecto a nuestro héroe, el periodista se refiere al Cnel. Monterrosa en los siguientes términos: “El Coronel Monterrosa , que en ese momento era el comandante de campo más célebre del Ejército salvadoreño, estaba obsesionado con la Radio Venceremos”, de hecho, la persiguió durante toda su vida sacándola constantemente del aire, pero por su naturaleza, los terroristas lograban sustituir los componentes y seguían transmitiendo, convirtiendo la tal emisora en una especie de heroína de la guerra.

Afirma dicho periodista que “Monterrosa se había graduado en 1963. En los archivos aparece en el cuarto legal de excelencia (¿?), en una promoción de diecinueve. Como testimonio del respeto que inspiraba, aún hoy muchos oficiales lo recuerdan como el número uno en todo. En la Escuela Militar fue desde el principio una persona magnética y carismática. Pequeño, con el rostro simple y nariz de campesino, caminaba con un paso largo y rígido, lo que le convertía en una figura poco marcial distingible de lejos. El general Adolfo Blandón, quien cursaba su último año en la Escuela Militar cuando Monterrosa llegó al primer lugar, recuerda “Se colocó inmediatamente como el mejor de su clase; tenía los promedios más altos en los estudios, una excepcional condición física y conocimiento de los conceptos de la guerra”- Por supuesto, tal prestigio entre sus colegas lo convertían en una figura “presidenciable”. Monterrosa era, para Blandón “la excepción”, un salvadoreño cien por ciento soldado, un lider natural, un hombre de armas nacido como tal. Un militar nato con la rara aptitud de inculcar lealtad a sus hombre”.

En el escenario de la Operación Rescate de Morazán, el periodista sitúa a mi Charly en el inicio cuando en la ciudad de Perquín entregó un listado a los oficiales que dirigirían el operativo para que ubicaran a 10 hombres que servirían de guías, conocidos en el caló militar como “chaneques”, para orientar a las fuerzas en el terreno poco conocido por las unidades participantes.

El periodista traslada testimonios de supuestos testigos, proporcionados por la misma guerrilla, entre ellos una especie de “guía”, ya que su visita al lugar fue coordinado por el FMLN meses después de la Operación.

Sin embargo, más adelante relata: “…no menos de diez asesores militares (norteamericanos) trabajaban en aquel entonces con el Batallón Atlacatl. De acuerdo con uno de ellos, unos días después de la “masacre” habían telefoneado a la base del Atlacatl en la Libertad “Llamaron y pidieron hablar con Domingo Monterrosa, querían conversar con él acerca de algo que había pasado durante el operativo”, me relató el asesor.

En otras palabras, los asesores gringos se dieron cuenta que había pasado algo porque estaban en el puesto de mando de Oscicala y Monterrosa no había estado en esa ocasión en el teatro de operaciones…

Continúa diciendo: “Pero Monterrosa subió a su helicoptero y dijo: “Si quieren hablar conmigo, estaré allá con mis tropas” y agregó: “si voy y dejoque hablen de esto, nunca podré hacer que alguien vaya al frente de batalla y pelee por mi otra vez”. A continuación, subió a su helicóptero y despegó de regreso a Morazán”

Evidentemente el Coronel Monterrosa se dirigió a levantar la moral de la tropa porque la campaña de desprestigio había comenzado.
Fuentes dignas de crédito afirman que mi Charly Monterrosa fue sacado por dos días del escenario del operativo, y regresó cuando los hechos del Mozote habían pasado, ya que en su ausencia habían quedado las tropas al mando de oficiales.

La presencia de civiles en los escenarios de combate eran siempre por iniciativa de los terroristas, ya que de esa manera les era más fácil esconderse, escapar o inculpar al ejército de cualquier baja civil que se produjera en los combates.

Por ejemplo durante la llamada Ofensiva Final, los guerrileros se escudaron entre la población civil creyendo que la gente los apoyaría y se les unirían, de hecho llevaban mucho armamento nuevo para ser repartido, pero todo el mundo los rechazó y la gente salió de las zonas de combate, lo que permitió a partir del quinto día de la Ofensiva el uso de la aviación por parte del Ejército, lo que fue decisivo para su expulsión definitiva de las principales ciudades del País.

El Coronel Monterrosa siempre se preocupó de la seguridad de los civiles. Al ingresar a los pueblos, una vez liberados de los terroristas, se interesaba por la atención médica y el traslado de enfermos graves o heridos entre la población civil, siempre fue un militar muy humano que ni siquiera maltrataba a sus tropas en el entrenamiento.

El comunismo se sostuvo durante más de cien años con mentiras que al final terminaron en un fracaso, el paraíso comunista nunca llegó, y los terroristas salvadoreños siguen sosteniendo las mentiras de la guerra para continuar vendiéndolas y consiguiendo millones de dólares a través de sus organizaciones no gubernamentales en el Mozote y en todas partes, tratando de repetir dichas mentiras hasta que se consideren verdades irrefutables, pero todo el entramado de mentiras tejidas alrededor de mi Charly Monterrosa las iremos destruyendo una a una, como un nuevo Batallón Atlacatl, que en vez de fusiles tendremos las ideas de la verdad y la justicia.
El epíteto de “Ángeles del Infierno” con el que se denominaban sus soldados era porque precisamente su llegada a los teatros de combate le generaba un infierno a los terroristas y la mayoría de los que osaban enfrentarse con el glorioso Batallón Atlacatl eran enviados directamente al averno, junto al demonio que los había utilizado en vida para llevar dolor y terror a nuestro pueblo.

La verdad un día brillará e iluminará como el sol a nuestro pueblo.

Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

MENSAJE DESDE LA ETERNIDAD DEL CORONEL DOMINGO MONTERROSA

Domingo Monterrosa y el pueblo Salvadoreno

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“Soldados!!, Pueblo salvadoreño!!
Desde este lugar de felicidad eterna quiero enviarles un mensaje en este día en que las familia recuerdan a sus seres queridos y las sociedades deberían recordar a sus héroes, en cuya sangre se sostienen los fundamentos del Estado moderno.
Cuando uno rinde cuentan ante el Creador, solo puede anteponer el honor y las buenas obras. A lo largo de mi vida traté de prepararme para ese momento supremo al que irremediablemente nos dirigimos todos, un destino que ya está escrito y que depende de nosotros se escriba con gloria o con ignominia.
Traté en la medida de mis posibilidades de ser un buen hijo, un buen hijo de Dios, un buen padre, un buen esposo y sobre todo un buen soldado, porque esto último resume todo lo anterior.
Busqué, con todas mis fuerzas hacer bien las cosas, en mis estudios y en mi formación militar traté de ser el mejor, no por soberbia personal, sino porque era mi deber responder de esa manera a al esfuerzo que mis padres hicieron siempre por sostener mi formación profesional y porque ellos mismos me enseñaron con el ejemplo el concepto del honor que fue siempre una guía que condujo toda mi vida hasta que tuve el honor de ofrendar mi vida por los más altos intereses de la Patria, quizás hoy sería un viejo militar retirado, rodeado de mis nietos, quizás con algunas comodidades y muchas historias de guerra que contar, pero el Señor me permitió inmerecidamente ser de los soldados privilegiados que hemos tenido el honor de ofrecer nuestra vida por la Patria en cumplimiento del juramento que un día hicimos al iniciar nuestra formación militar.
Cuando ejercí mi papel como oficial o jefe militar, no lo hice por odio sino en cumplimiento de mi deber, como cada persona debe hacerlo desde cualquier profesión u oficio, hacer bien las cosas y hacer el bien a todo el que se pueda fue siempre mi filosofía de vida.
Quienes siempre me han criticado son precisamente aquellos contra quienes descargué la fuerza del cumplimiento del deber como militar, los enemigos de la Patria, de la paz y de la democracia.
Desde este lugar de paz, me doy cuenta que la guerra no finalizó como debió finalizar, sino que el mal que pretendíamos erradicar se transformó y tomó formas engañosas para confundir al pueblo y cumplir de otra manera sus insidiosas ambiciones, presentándose como ovejas los que en realidad son chacales sanguinarios.
La paz por la que luchamos en el campo de batalla no pudimos llevarla a los hogares salvadoreñas, y por el contrario, ahora mi pueblo se enfrenta a una violencia social tan o más mortal que la de la guerra. En el conflicto había un promedio de 8 muertos diarios, ahora han llegado a 31 con un promedio de 14 salvadoreños asesinados por ese nuevo enemigo que la Fuerza Armada debería haber eliminado hace tiempo.
Ahora, desde la eternidad, solo podemos brindarle a nuestro Pueblo y a la Fuerza Armada, nuestro ejemplo y la historia que escribimos con nuestra propia sangre. Pero están ustedes, civiles y militares, que deben cumplir con su deber con el mismo ardor con el que yo combatía, con la misma valentía y arrojo con el que mis soldados cumplieron su deber a la par mía, con el mismo honor con el que me conduje a lo largo de mi vida.
Desde la eternidad, donde formo parte del Ejército que ha reunido a todos los soldados salvadoreños caídos con honor en el cumplimiento del deber, invito al pueblo salvadoreño a confiar en la Fuerza Armada y a que asuman su papel en la sociedad para lograr la paz tan anhelada en la que los enemigos de la democracia no tengan cabida y que el Estado de Derecho prevalezca sobre cualquier interés mezquino. A los profesionales de las armas les llamo a asumir el significado de su juramento a la bandera y a no temer ofrendar su vida por ella porque el premio es superior a cualquier bien terrenal. La gloria de los héroes es la mayor aspiración de un verdadero guerrero.
Es en la eternidad donde nos reagrupamos los soldados de la Patria, a todos los veteranos les digo que su sacrificio no ha caído en saco roto. Quizás ahora tengan que mendigar beneficios, pero su sacrificio ya compró un sitial de honor en la gloria del cielo, Dios no olvida lo que ustedes hicieron por nuestra amada Patria, la única en el mundo que lleva el nombre del Hijo de Dios.
Adelante soldados, adelante patriotas, la batalla apenas comienza, son muchas las posiciones que tienen que alcanzar y defender, pero sepan que en cada trinchera, en cada disparo, en cada arrastre, en cada objetivo alcanzado, en cada obstáculo superado, yo estaré junto a ustedes, sufriendo a la par suya como lo hice en vida, y un día la victoria la celebraremos todos como en los viejos tiempos.
Los espero y no olviden, al entrar en el cielo, blandir por lo alto las armas de la verdad y del honor. Por la Patria y con Dios. Carlos.”

LOS APARATOS DE PROPAGANDA DEL COMUNISMO INTERNACIONAL

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Desde principios del Siglo XX, las organizaciones comunistas como el Socorro Rojo Internacional. la Unión Soviética y sus satélites como Cuba a partir de 1959, han organizado todo un aparataje internacional de propaganda que ha permeado hasta organizaciones internacionales como la ONU para desprestigiar a las Fuerzas Armadas de todo el mundo y promover el homosexualismo, el aborto y el ateísmo.
Desgraciadamente las organizaciones democráticas, liberales y conservadoras nunca han podido contrarrestar esas organizaciones que se manifiestan a través de organizaciones no gubernamentales que son apoyados por gobiernos comunistas y socialistas como Suecia.
Los delincuentes terroristas del FMLN se han apoyado siempre en ese tipo de organizaciones para desprestigiar la labor institucional de la Fuerza Armada durante la guerra, haciéndolo aparecer como la gran violadora de los derechos humanos, cuando lo único que hicimos fue defender la institucionalidad del País y cumplir con su papel constitucional.
Durante la guerra el FMLN era apoyado por un frente político denominado FDR que viajaba por todo el mundo pintando al FMLN como los grandes libertadores del País y la cancillería no era capaz de contrarrestar esa propaganda.
Esa tarea era apoyada por periodístas sensacionalistas y amarillistas que repetían esas mentiras en grandes medios de comunicación que las hacían ver como hechos reales sin ningún tipo de prueba, argumentando que por estar en zona conflictiva era imposible obtener las pruebas fotográficas o audiovisuales necesarias.
El Mozote no escapó de esta trampa y ahora esa mentira se ha convertido en una inversión millonaria manejada por los comunistas y que anualmente reciben grandes cantidades de dinero en concepto de ayuda para los familiares de las supuestas víctimas cuando afirmaron en su momento que no habían quedado sobrevivientes.
Lo han convertido en un lugar de turismo que les deja grandes réditos para sus campañas políticas y su beneficio personal y lo han transformado en una plataforma de propaganda en la que hasta el actual Presidente se ha dejado engatuzar.
Quiero hacer un llamado para que los que creemos en nuestra Fuerza Armada y particularmente en nuestro Charly Monterrosa, que tengamos la valentía de elevar la voz para defender la dignidad institucional de la Fuerza Armada ya que desde su seno nadie es capaz de hacerlo.
Ojalá este mensaje llegara a mi Coronel Natividad de Jesús Cáceres, quien era el Ejecutivo de nuestro querido Batallón Atlacatl, para que se pronunciara sobre la verdad del Mozote y podamos limpiar las mentiras lanzadas por el comunismo internacional.
Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

MÁS CONTRADICCIONES SOBRE EL MOZOTE, CONFIRMACIÓN DE UNA FARSA MEDIÁTICA

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Los delincuentes terroristas del ERP, al entrar a la vida civil, se dieron a la tarea de divulgar una serie de mentiras que al final pareciera que para muchos se han vuelto verdades, siguieron el mismo método del Ministro de Propaganda nazi, Goebels, quien decía que de tanto repetir una mentira se vuelve verdad.
En uno de sus panfletos, editado precisamente por la UCA, titulado “Las mil y una historias de Radio Venceremos”, en torno a la supuesta masacre del Mozote hablan de una cifra exacta de “1009 muertos”!!!!!!!!!, de ahí se empezó a repetir esa mentira y de unos cuantos ranchos aparecieron más de mil muertos, el equivalente a la densidad poblacional de cuatro kilómetros cuadrados de El Salvador, en un lugar que a esas alturas del conflicto había sido deshabitado en buena parte por sus pobladores que se habían refugiado en el Campamento de Colomoncagüa o a casas de familiares a San Miguel, San Salvador u otras ciudades o pueblos del país.
Posteriormente afirman que el Batallón Atlacatl disparó a los ocupantes de la Iglesia con ametralladoras M-60 cuya munición es calibre 7.62, igual que los fusiles alemanes G-3 o los norteamericanos M-14, mientras el famoso informe de la comisión de la verdad habla de casquillos de munición 5.56 mm de fusiles M-16, ni siquiera en eso se pusieron de acuerdo.
Hablan que los soldados arrojaban a los niños al aire y los atravesaban con las bayonetas en el aire, ¿acaso los menores no fueron muertos por herida de bala en la cabeza según la famosa comisión? También afirman que las mujeres fueron apartadas y violadas en masa y luego asesinadas, raramente el informe no incluye a estos cadáveres.
Hablan también de niños introducidos a los hornos para hacer pan y carbonizados en los mismos, adonde se habla de esas evidencias.
Afirman de manera atrevida y audaz que mi Coronel Domingo Monterrosa comandaba las tropas que supuestamente cometieron esos abusos. No existe prueba alguna de ello y claramente se deduce que toda la mentira se ha urdido con la finalidad de ensuciar su nombre y la del Batallón Atlacatl, no de buscar la verdad.
Desgraciadamente muchos han repetido esas mentiras como afirmaciones propias y otros, con su cobardía, lo han permitido. Levantemos nuestra voz con valentía o eternamente tendremos que aceptar con vergüenza nuestra cobardía ante nuestros hijos y nietos. Prefiero morir con honor que vivir traicionando los principios que una vez juré ante la Bandera defender aun a costa de mi propia vida.
Por la Patria y con Dios.
Sgto. Guido Miguel Castro

CONTRADICCIONES DE LAS AFIRMACIONES SOBRE EL MOZOTE

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Como resultado de los espúreos acuerdos entre Cristiani y los delincuentes terroristas del FMLN, se elaboró el llamado Informe de la Comisión de la Verdad, titulado “De la locura a la esperanza”, en el cual se pretendió señalar a la Fuerza Armada como la gran violadora de los derechos humanos y minimizar los crímenes de guerra del FMLN, ignorando crímenes atroces como la masacre de Nueva Trinidad, Chalatenango y los más de mil ejecuciones sumarias de las filas guerrilleras en el departamento de San Vicente, ordenadas por el actual candidato presidencial del FMLN.
Uno de los casos que coloca como ejemplarizantes de una supuesta conducta sistemática del Ejército, es el caso del Mozote, en el que se pretende imputar al Batallón Atlacatl y en particular a mi Coronel Domingo Monterrosa y otros jefes y oficiales, la autoría material de una masacre que nunca se ha probado existera.
Sin embargo, al analizar dicho informe en lo que respecta al caso del Mozote, encontramos una serie de contradicciones que desvirtúan totalmente ese panfleto comunista.
En primer lugar hablan de que “existe el relato de testigos que las presenciaron, así como de otros que posteriormente vieron los cadáveres, que fueron dejados insepultos”. Es de dominio público el show propagandístico que armó la UCA con la supuesta “única sobreviviente del Mozote”, llamada Rufina Amaya, a quien los guerrilleros cuentan que creían era la Sigüanaba porque era una demente que vagaba por los ríos y quebradas de la zona (Las Mil y una Aventuras de Radio Venceremos).
Entonces, era una única superviviente o varios los que presenciaron la supuesta masacre?
El citado informe habla de que en el Mozote habían una Iglesia y unas 20 casas. Suponiendo que vivían un máximo de 8 personas, estaríamos hablando de un caso extremo de 160 personas, lo cual nunca se daría porque es imposible que en todas las casas de una comunidad exista matemáticamente el mismo número de personas, pero supongamos que habían 160 personas, después se contradicen al hablar de 500 muertos.
Más adelante habla que el Batallón ingresó a Arambala, reunió a la población en la plaza separando hombres, mujeres y niños y posteriormente aparecieron muertos 3 hombres con heridas de

arma blanca, que en el cantón Cumaro no hubo muertos y que “hubieron otras ejecuciones masivas por unidades que no han podido identificarse con precisión”
Luego dan un salto para hablar de “los resultados de la exhumación” realizada 11 años después por supuestos antropólogos forenses izquierdistas traídos de Argentina, los cuales habían participado en multitud de procesos para inculpar a jefes militares argentinos, lo cual descarta cualquier objetividad en el informe resultante.
Se habla que todos los cuerpos se encontraban dentro de la iglesia que circundaban las 20 casas del cantón. La prueba irrefutable que presentan es la presencia de monedas y vainillas de proyectiles anteriores a 1981. ¿Acaso el FMLN no recibió 800 toneladas de pertrechos bélicos de la guerra de Vietnam dejados por las fuerzas norteamericanas en 1980 a través de Cuba y Nicaragua?
Luego afirman que se encontraron restos de 143 personas, de las cuales el 85% eran niños menores de 12 años, el resto, 5 adolescentes y 7 adultos.En las declaraciones que andaba divulgando la supuesta testigo de la UCA, ella habla de muchas mujeres gritando por sus hijos???? Si apenas eran 7 adultos, dónde están esas madres?
Pareciera más bien que el Mozote era un cementerio de niños muertos entre las filas guerrilleras y lo que fue un escenario de guerra se pretende hacer aparecer como el lugar de una masacre que se pretende imputar al Ejército y particularmente al glorioso Batallón Atlacatl y a sus jefes y oficiales, particularmente a mi Charly Monterrosa.
En 10 años, en una zona despoblada, de alta presencia guerrillera se pudo montar cualquier tipo de escenarios. Las contradicciones del informe hablan por ejemplo de 245 vainillas, que equivalen a poco más de 8 cargadores de M-16, algo ridículo para la magnitud de la masacre que se pretende exponer.
Resulta entonces evidente, que la leyenda del Mozote, de la cual también participó el actual Presidente de la República el pasado 16 de enero, volverá a ser colocada en la palestra en unos días, cuando se cumplan 31 años de la Operación Rescate de Morazán y se pretenderá, en el marco de la campaña presidencial que ha iniciado ilegalmente, volver a desacreditar a los héroes de la Fuerza Armada y manchar la gloria con la que se defendió la soberanía nacional, evitando que el trapo rojo del comunismo internacional ondeara en lugar de nuestro Pabellón Nacional, que nuestros soldados juraron un día defender aun a costa de sus propias vidas. Juraron cumplir y cumplieron!!!!!!
Por la Patria y con Dios.

Sgto. Guido Miguel Castro

EL ODIO DE TOJEIRA CONTRA EL BATALLÓN ATLACATL Y EL CORONEL DOMINGO MONTERROSA

Domingo Monterrosa y el pueblo Salvadoreno

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La máxima expresión de este odio se produjo en el binomio de un artículo que publicó Tojeira en el CoLatino sobre los sucesos del Mozote y la intervención de su ex alumno, Mauricio Funes, el 16 de enero de 2012 cuando despotricó contra los héroes de la Fuerza Armada.
Tojeira culpa de la muerte de sus compañeros al Batallón Atlacatl, como si por orden de los comandantes del Batallón o decisión propia de los comandos que participaron en la operación se realizó la misma.
La patrulla del Atlacatl participó tanto en el cateo del 13 de noviembre como en la operación de la noche del 15 para amanecer el 16 de ese mes por órdenes superiores, siendo dirigidos por un oficial de la Escuela Militar.
Analicemos primeramente el marco en el que se desarrollaron los hechos. El FMLN se encontraba en supuestas negociaciones de paz con el Gobierno de turno. Traidoramente iniciaron una ofensiva en la noche del 11 de noviembre, la que dieron en llamar “Hasta el Tope”, por la que pretendieron eliminar al gobierno de la República, vencer a la Fuerza Armada y establecer un gobierno de corte comunista como el que pretenden implantar ahora, a pesar que unos días antes había caído el Muro de Berlín y los líderes de la Unión Sovietéica y Estados Unidos habían decidido poner fin a la guerra fría que inició en 1945 después de la Segunda Guerra Mundial.
El FMLN lanzó toda su capacidad militar contra las principales poblaciones del país sembrando el terror entre la población civil. La inteligencia militar había descubierto ciertos movimientos de fuerzas enemigas pero no había dimensionado a ciencia cierta la dimensión del ataque.
En unas horas las acciones militares pasaron del escenario rural al urbano y la Fuerza Armada necesitó un par de días para pasar de la contención a la ofensiva y recuperación paulatina de las posiciones pérdidas.
La unidad del Atlacatl que participó en la operación de los jesuitas pasó al mando de los Jefes que dirigían la seguridad del complejo militar compuesto por la Escuela Militar, el Estado Mayor y la Colonia General Arce, no dependía del Estado Mayor del Batallón, por lo que cualquier operación fue responsabilidad directa del Comandante del complejo, el Coronel Benavides, Director de la Escuela Militar, y él a su vez dependía del Estado Mayor.
No es nuestra intención dirimir responsabilidades, sino señalar la injusticia de las acusaciones de dicho sacerdote y de Mauricio Funes contra la mejor unidad militar jamás conocida, que lo único que hizo fue cumplir con su deber, obedecer a sus superiores y ser el terror de los delincuentes terroristas.
No hay que olvidar que los jesuitas que murieron en la operación antes referida, desde los años 70, difundieron doctrinas de odio y violencia que desencadenó en la agresión que la Fuerza Armada logró contener con éxito militar entre 1972 y 1992, al final cosecharon parte del odio que sembraron.
Los jesuitas también manipularon a una supuesta sobreviviente del Mozote a quien anduvieron llevando de foro en foro a nivel mundial hasta que murió, en base a cuyo supuesto “testimonio” no solo ganaron miles de dólares sino que buscaron desprestigiar al Batallón Atlacatl y a la Fuerza Armada.
¿Por qué si Tojeira y los Jesuitas buscaron la verdad no denunciaron el asesinato de muchos alcaldes inocentes en el oriente del País, o el asesinato de familiares inocentes de jefes y oficiales del ejército, o el ajusticiamiento de más de mil combatientes del FMLN en el departamento de San Vicente por orden directa del actual candidato presidencial del FMLN o el asesinato de funcionarios de gobierno como el Dr. Rodríguez Porth o el Fiscal General de la República, o los ideólogos de la derecha como Pecorinni (un ex jesuita) o Edgard Chacón?
La guerra es una locura, una caja de pandora que alguién abre y se atiene a las consecuencias. La Fuerza Armada no inició la guerra, el FMLN fue quien la inició con la muerte de dos guardias nacionales en 1972 en el Hospital Bloom para robarles los G-3.
El Batallón Atlacatl nació como una necesidad ante la agresión terrorista y Domingo Monterrosa fue simplemente el mejor soldado formado en la Escuela Militar y al único que el Alto Mando podía encargarle una misión de tal magnitud que después fue emulada cuando se fundaron los batallones Arce, Atonal, Belloso y Bracamonte y otras unidades de comandos en diversas unidades militares.
El pecado de Monterrosa fue ser el mejor dentro de su profesión, acaso no es la excelencia académica la que enseñan las aulas jesuitas, entonces, ¿por qué les molesta que un hombre de extracción humilde llegue a ser el mejor comandante de campo jamás conocido en la Fuerza Armada?
Creo que más bien son los jesuitas los que deben pedir perdón a este país por haber promovido el odio y la violencia entre los pobres, y cuando ese odio se les revierte entonces se rasgan las vestiduras y declaran “mártires” a sus muertos.
La libertad y la incipiente democracia que vive El Salvador es gracias al sacrificio de miles de soldados, clases, oficiales y jefes militares que ofrendaron su vida en la agresión comunista de 20 años que sufrió nuestro país y al final del cuento la Fuerza Armada fue humillada y los delincuentes terroristas elevados a ministros y diputados de la República, pero un día la historia los juzgará y exaltará a nuestros héroes.
El verdadero pueblo salvadoreño nunca juzgará al glorioso Batallón Atlacatl ni a mi Coronel Domingo Monterrosa, sino más bien les rendirá un eterno homenaje de gratitud por el sacrificio realizado y la misión cumplida, que ante todo ya ha sido premiado por Dios.
Por la Patria y con Dios.

Sgto. Guido Miguel Castro

DOMINGO MONTERROSA 28 AÑOS DESPUÉS

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Un día como ahora El Salvador enmudeció al final de la tarde cuando las distintas cadenas radiales empezaron a transmitir la terrible noticia que los Coroneles Monterrosa y Calito junto al Mayor Azmitia, elementos de tropa, pilotos, periodistas, un sacerdote y su sacristán habían perecido en un terrible accidente aéreo en los alrededores de Joateca.

Había muerto el mejor comandante de campo, como calificó el Ingeniero Duarte al Coronel Monterrosa, junto a varios de los mejores jefes militares durante la operación Torola IV que pretendía limpiar definitivamente el departamento de Morazán.
Como era evidente, la moral de la tropa cayó momentáneamente aunque después Monterrosa fue su inspiración en el combate.
28 años después las cosas no han cambiado en El Salvador, la paz por la que tanto luchó nuestro héroe nunca llegó porque los antiguos enemigos de la Patria siguen queriendo destruirla, ahora bañados y perfumados desde el gobierno central, los curules de la Asamblea Legislativa y de los títeres que bailan al son de los albapetrodólares, y además, vivimos en una guerra peor que la de los años ochenta, una guerra social en la que las mafias están compitiendo con el Estado por territorio, dominio armado y rentas o extorsiones.
Nos encontramos con una Fuerza Armada castrada del valor y el heroísmo con el que actuaron los hombres de uniforme que salvamos a este País del comunismo internacional. El pago fue la traición de un gobierno que entregó a muchos jefes, oficiales, clases y elementos de tropa para quienes el cumplimiento del deber se convirtió en un delito solo por petición de aquellos a quienes habían combatido por ser agresores de la Patria y pos sus socios internacionales.
En cambio los enemigos de la democracia fueron premiados con tierras, jugosas cuentas bancarias, negocios, viajes y puestos en el gobierno, mientras los veteranos de guerra, los hijos de mi Coronel Monterrosa siguen mendigando una justa indemnización.
28 años después la pobreza sigue campeando en el campo, tal como la observó mi Coronel cada vez que hablaba con la gente, porque pareciera que doce años de guerra y más de 100,000 muertos no sirvieron de nada.
28 años después la lucha de Domingo Monterrosa no ha sido reconocida en su plenitud porque sus enemigos han tenido más estrados que los que reconocemos sus virtudes y valores. Por ello tenemos que elevar la voz, con voz de mando para gritar a los cuatro vientos que Monterrosa Vive!!!!!, que Monterrosa vive en el recuerdo y en el corazón de los verdaderos salvadoreños, que Monterrosa sigue aterrorizando a los delincuentes terroristas, por eso pretenden declararlo muerto, por eso se pretenden agenciar la autoría de su muerte, y no se dan cuenta que los héroes nunca mueren, que los valientes son inmortales porque son almas privilegiadas por Dios, porque para ellos la muerte es solo una puerta para llegar a la exaltación junto a Dios!!!
Pobres ignorantes los que pretenden matar al soldado inmortal en cada discurso o en cada remedo de artículo que escriben.
No en balde gozaba tanto del salto en paracaídas, porque esa sensación de libertad que sentimos en la caída solo la sienten los águilas y las almas libres, cada salto era un preludio de su destino final en la eternidad.
Domingo Monterrosa sigue viviendo entre nosotros, cada vez que luchamos por la verdad, cada vez que elevamos la voz contra la injusticia, cada vez que defendemos a la Institución Armada, cada vez que defendemos a los veteranos de guerra, cada vez que recordamos los actos de heroísmo en defensa de la Patria, cada vez que luchamos por la democracia, cada vez que denunciamos la corrupción, cada vez que defendemos la institucionalidad democrática, cada vez que actuamos con honradez, Domingo Monterrosa sigue viviendo con más fuerza, con más dignidad, con más hidalguía, con más valor, Monterrosa sigue viviendo!!!!
Las lágrimas ya fueron enjugadas de nuestros rostros, el dolor ha pasado, porque ahora vivimos con la firme convicción de la inmortalidad de Domingo Monterrosa en el verdadero pueblo salvadoreño, hemos entendido la misión que nos ha encomendado desde el más allá: continuar con las batallas que no pudo combatir, con sus mismas armas, las de la verdad y del patriotismo, nos manda salvar definitivamente a ese El Salvador con el que siempre soñó, un país en paz y progreso como el que él vivió en el Berlín de los años cincuenta.
Un día nos reagruparemos en el cielo y le daremos parte de la misión cumplida, le relataremos nuestras estrategias de combate, le reportaremos nuestro Orden de Batalla en esta vida y contaremos con su mano amiga sobre nuestro hombro como acostumbraba a hacerlo con sus elementos de tropa.
Parece ayer que ahogabamos nuestro llanto en esa tarde del 23 de octubre de 1984, pero ahora como hombres seguimos avanzando hasta conquistar la posición que nuestro Comandante nos ha mandado tomar, la cima de la Dignidad Nacional.
A los actuales hombres de uniforme les cabe la misión de tomar el ejemplo de Domingo Monterrosa, para ser militares de honor, para ser verdaderos patriotas, paras reivindicar la dignidad de la Fuerza Armada, para dignificar a todos los héroes que regaron la campiña salvadoreña con su sangre, para edificar la carrera militar, para velar por la institucionalidad y la soberanía nacional, para constituirse en el verdadero brazo armado del pueblo.
Finalmente a los gobernantes de hoy y mañana les advertimos que no se atrevan a pretender menoscabar la memoria de nuestros héroes poruqe cada día habrán nuevas voces que se elevarán en defensa de la memoria histórica de nuestra Fuerza Armada.
Un día se elevará en una plaza importante un monumento eterno a la memoria de Domingo Monterrosa, un monumento al héroe nacional, al soldado desconocido que ha ofrendado la vida desde 1824 para construir la nación que tenemos que seguir defendiendo, y las futuras generaciones conocerán la vida y seguirán el ejemplo del Teniente Coronel DEM Domingo Monterrosa Barrios.
Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

EL CORONEL MONTERROSA Y EL MOZOTE

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Los delincuentes terroristas durante muchos años han pretendido culpar de las bajas civiles al Coronel Domingo Monterrosa con el fin de tratar de opacar su calidad de héroe dentro del corazón del pueblo salvadoreño y de las filas castrenses.

En esa operación, que se denominó “Rescate de Morazán” o también conocida como “Operación Rescate”, participaron unidades del Batallón Atlacatl, de la Tercera Brigada de Infantería y del DM-4, y la estrategia implementada estuvo a cargo de asesores norteamericanas que hacía menos de 10 años habían participado en operaciones similares en Vietnam.
El Coronel Monterrosa no estuvo de acuerdo en determinadas estrategias planteadas por los asesores norteamericanos y el Alto Mando decidió retirarlo del area de operaciones durante dos días al inicio de la operación, por lo que no tuvo mando directo en el operativo. Posteriormente, el Coronel Monterrosa fue trasladado al área de operaciones.
El 8 de diciembre de 1981, unidades del Barallón Atlacatl fueron heliotransportadas a los alrededores de Perquín, iniciando su desplazamiento hacia el sur hasta alcanzar el Cantón La Guacamaya en Meanguera, donde se encontraba el mando del ERP y la Radio Venceremos.
El eje de avance fue materializado de la siguiente manera: una agrupación desde Perquín hacia Arambala, El Mozote, los Toriles, hasta alcanzar La Guacamaya, y otra agrupación partiendo de Perquín pasando por los Quebrachos, La Joya, hasta el Cerro Pando. El resto de unidades se desplazaron desde Corinto hacia el poniente de Joateca, otras desde Oscicala hacia Meanguera, al poniente de la carretera pavimentada, y una unidad de la 5a. Brigada de Infantería que desembarcó en Cacaopera, atravesó el Río Torola, el Río Sapo, y se estableció como contención en los alrededores del Cerro Pando,
El 9 de diciembre se dejaron caer desde los pájaros panfletos en los que se pedía a la población civil salir de la zona ante el avance del operativo.
Sin embargo los Delta Tango retuvieron a la gente para poder utilizarlos como escudos humanos.
El día diez las unidades del Atalcatl trabaron combate con los guerrilleros, haciendo uso de apoyo aéreo y de artillería, produciéndose al final de 4 horas de combate multitud de bajas civiles y guerrilleras como era natural.
Para los comandos Atlacatl era imposible saber si dentro de las trincheras y casas desde las que se abría fuego existía población civil. El soldado en situación de combate tiene dos objetivos: cumplir su misión tomando la posición y salvar su vida.
La gran cantidad de bajas enemigas impedía realizar una sepultura individualizada, por lo que se procedió a colocar los cadáveres dentro de las estructuras que quedaron en pie y se derribaron para que sirviera como sepultura y evitar que los perros y animales de carroña los despedazaran, fue lo más cercano a un funeral digno para esos muertos.
Posiblemente algunos elementos dispararon sobre los cadáveres y se utilizaron explosivos para derribar las paredes, pero de eso a la realización de una masacre a mansalva es muy distinto.
La táctica de yunque y martillo fue desarrollada por los norteamericanos en Vietnam y muchas veces sus resultados no eran los esperados, por lo que el Coronel Monterrosa no estaba de acuerdo en su aplicación.
Los comandos Atlacatl entraban en sus primeros combates como unidad y faltaba mucho tiempo para funcionar de manera sincronizada como lo llegaría a hacer a lo largo del conflicto.
Los verdaderos culpables de la muerte de estos civiles fueron los miembros del FMLN, pero ellos empezaron a crear un mito y muchos, de tanto oírlo, lo han dado como una verdad, y así se ha manejado aun a nivel internacional, manipulando la realidad y el testimonio de una sola mujer que se dice sobreviviente y que vagaba demente por los ríos de la zona, la cual nunca afirmó haber visto la figura del Coronel Monterrosa en el teatro de operaciones.
Desgraciadamente casi nadie ha tenido la valentía de elevar su voz defendiendo el honor de la Fuerza Armada y del Charly Monterrosa, a excepción de algunos como mi Coronel Ochoa Pérez y otros que humildemente nos atrevemos a usar nuestra pluma para ello.
Sería bueno que algunos de los que participaron en dicho operativo contaran su versión de los hechos para que la verdad brille por luz propia.
Muchos han ganado millones de dólares llevando para arriba y para abajo esta falsedad y los hombres de uniforme simplemente nos hemos quedado callados, pero ha llegado el tiempo de hablar con la verdad y con valentía, hay que refutarle sus mentiras a los Delta Tango, hay que elevar el honor de nuestros héroes como Monterrosa, y Azmitia Melara.
Mientras no lo hagamos, personajes oscuros seguiran humillando a la Institución Armada y a nuestros héroes, mancillando su honor y la tradición gloriosa de hidalguía de nuestras tropas en combate,
La Fuerza Armada no ha perdido ninguna guerra en los últimos 100 años, no dejemos que la ignominia de la derrota mediática manche el honor de los que han ofrendado su vida por los más altos intereses de la Patria.
Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro