Posts

DOMINGO MONTERROSA ES UN HÉROE

domingo monterrosa berlin usulutan el salvadorEl blog de Domingo Monterrosa no es responsable de la opinión de sus colaboradores y los comentarios de sus visitantes.

Desde la antigüedad, las culturas colocaban junto a los dioses a los héroes. Etimológicamente es difícil encontrar una raíz que devele su significado, pero generalmente los autores coinciden en que héroe es sinónimo de fuerte, poderoso, vigoroso, robusto, noble, digno, majestuoso e inteligente, cualidades por las cuales el héroe se distingue del resto de los hombres y se acerca a los dioses. En otras palabras, se designa con ese nombre a seres extraordinarios dentro de una sociedad o cultura. Seres casi perfectos que se acercan a la divinidad. Son el equivalente a los santos en la Iglesia Católica: personas de virtudes extraordinarias que son dignas de ser venerados e imitados.

Hoy se llama héroe al hombre que se distingue por sus hazañas, por su extraordinario valor, por su abnegación, y se ha inventado la palabra “superhombre” para designarlo.

Las características extraordinarias del héroe nace de dos fuentes: de Dios que las otorga y de la voluntad del hombre que las desarrolla. Una persona puede ser muy inteligente por razones anatómicas, fisiológicas y genéticas, pero si esa inteligencia no se cultiva, de poco sirven esos dones concedidos por Dios.

Domingo Monterrosa desde su infancia se dio cuenta que poseía facultades superiores a las de sus compañeros de juego y de aula, superó situaciones personales y familiares que a otros les hubiera hecho desistir de cualquier esfuerzo y se hubieran condenados a sí mismos a pasar toda su vida en la comodidad del anonimato de la pobreza y la ignorancia.

Al descubrir esas capacidades extraordinarias pudo haber pensado de forma egoísta y dedicarse a otras actividades lucrativas, sin embargo decidió ponerlas al servicio de su Patria, con el sacrificio y el riesgo que esto implicaba.

La vida militar no es, como algunos piensan, una fuente de enriquecimiento fácil y rápido, más bien es una vida de gran sacrificio, en la que se descuidan a la familia, se gana poco, se sufre mucho y se ejercen grandes responsabilidades.

Domingo Monterrosa sabía esto pero no dudó ni un momento en considerar que la Patria es un valor superior a la propia vida personal, y bajo esa perspectiva vivió siempre, por eso nunca conoció el miedo ni puso límites a sus fuerzas ni proyectos.

Por ese amor a la Patria luchaba por acabar con la guerra militarmente en el menor tiempo posible, no por odio a los terroristas sino por amor a su pueblo. Quería regalarle la paz a su gente, y el bienestar y trabajo que esa paz trae consigo.

Domingo Monterrosa se sacrificó a sí mismo por su País, de forma extraordinaria, fuera del común del resto de ciudadanos, que por lo regular velan únicamente por sus propios intereses y no por los demás, lo hizo sin medir las consecuencias, porque los héroes no miden consecuencias ni peligros.

Facultades y extraordinarias y entrega total al ideal del patriotismo convierten a Domingo Monterrosa en un verdadero héroe, en un ciudadano extraordinario, en un soldado ejemplar, en un padre modelo, en un ser extraordinario que Dios coloca solo cada cierto tiempo en los pueblos para recordarnos que la vida sin servicio no tiene sentido.

Cuantas veces he pedido a miembros de la Fuerza Armada que me definan al Coronel Domingo Monterrosa me han dicho sin pensarlo mucho, “Es un héroe”, una frase corta que posee un contenido infinito, héroe es la palabra que lo define y que resume su vida, y que ahora nos llama a tenerlo como ejemplo de entrega a los más preclaros ideales de una Patria que sigue amenazada por aquellos oportunistas que solo buscan su propio enriquecimiento sin importar el daño que provocan.

Domingo Monterrosa vivirá por siempre en la mente y el corazón de los verdaderos salvadoreños.

Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

LA HEROICIDAD DE DOMINGO MONTERROSA

Domingo Monterrosa y el pueblo salvadorenoDecir que Domingo Monterrosa no se ganó el título de HEROE en la historia salvadoreña es una falacia marcada de ignorancia, cinismo y revanchismo.
Defender la Patria hasta la ofrenda de su propia vida es la maxima expresión de heroismo, porque se muere por una causa, un ideal, una Nación y un Pueblo. Murió por la paz, por la libertad y por la Patria.
Un día juró hacerlo y lo cumplió, pudo haber evadido la muerte, pudo aceptar un puesto dirigente en el Estado Mayor o en el Ministerio de la Defensa Nacional, pero escogió el campo de batalla, escogió la primera línea de fuego, escogió estar a lado de sus soldados, gente del pueblo, humildes, pero aguerridos.
La heroicidad ganada a fuerza de muchas batallas es una característica que le acompañará por los siglos de los siglos, como los antiguos héroes atenienses o espartanos.
Desde los inicios de su formación militar se negó a sí mismo, rebazando su propia voluntad y resistencia natural, adquiriendo capacidades sobrenaturales, de titán, de un Apolo de los nuevops tiempos.
Se exigía arriba de los límites que establecían sus instructores y maestros. Sabía que un día la Patria y la vida se lo exigirían todo, hasta la vida, lo que nadie quiere dar, pero que él dió libremente, porque amaba profundamente a su Patria.
Contrario a sus detractores, que buscaron siempre mancillar el honor patrio, la soberanía nacional y la dignidad del Pueblo, Domingo Monterrosa siempre vivió pensando cómo servir mejor a su Patria y como lograr que otros lo hicieran. De hecho, todos los soldados que murieron a su lado desde 1981 hasta su muerte, murieron felices porque morían al mando de un héroe y solo era cuestión de tiempo para reagruparse en el cielo.
En la antiguedad los pueblos creaban héroes tratando que sus guerreros fueran semi dioses, pero en la actualidad nuestros héroes son plenamente humanos, y más humanos que el resto de los hombres, porque amaron, lucharon y se donaron a plenitud, como lo hace un verdadero hombre.
Domingo Monterrosa fue perfectamente humano, perfectamente soldado, perfectamente héroe y así permanecerá en el corazón de los verdaderos salvadoreños, no así en la mente de los apátridas que buscan dañar su imagen.
Descansa buen soldado!!! Descansa que ahora ha llegado el tiempo del premio bien merecido!!!
Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

DOMINGO MONTERROSA

Nacistes en una ciudad cerca del cielo,
llevando la sangre de Barrios en tus vesnas,
nacistes el día del Señor,
de ahí tu nombre, de Él venías y a Él volverías.
Fuistes arrullado por el zenzontle y el talapo,
te perfumaron la flor del café y el azahar,
el aire de montaña fortaleció tu cuerpo,
los cantos de los ángeles tu espíritu.
Las primeras letras corrieron contigo
en calles empedradas y vientos de octubre.
Pero el águila debía emprender vuelo.
Llegastes al San Salvador pujante de los 50,
te perfeccionastes en el Isidro y en el Liceo,
sin querer asumistes la rapidez del escorpión
y la fuerza del león, ¡vaya combinación para la guerra!
Trazastes dos caminos para decidir:
la consagración sacerdotal o la consagración de las armas,
escogistes la segunda, ambas te llevarían al cielo.
Entrastes con coraje y decisión a la Escuela Madre,
a la Cuna de Valientes,
Por la Patria, ¡Vencer o Morir!
Barrios!!!!!!!! Pelotón de maniobra, práctica de tiro,
Academia, especializaciones, dominio del cuerpo,
imperio del espíritu, hambre, sed, cansancio,
alma de acero, espíritu guerrero, ánimo espartano.
Traje de Gala, juraste a la Bandera…
“—aún a costa de vuestra propia vida!!!!!!”
¡Sí lo juramos!!!!!!!!
Aquel juramento quedó vibrando para siempre en tu alma
Es lo que le dió sentido a tu vida…
Superastes todas las pruebas, con honores…
algunos decían fuerza excepcional…
tú sabías que simplemente era coraje…
Fuistes de Expedicionario a Honduras…
actuastes con honor, no abusastes del derrotado,
regresastes como Héroe y permanecistes así para siempre…
Fundastes la hermandad de la seda,
nos enseñastes que el parachute no muere,
solo se reagrupa en el cielo…
Huragan!!!!, el simpático Huragán,
fiel compañero, en la tierra y en el cielo,
también murió como héroe en Amatecampo,
llorastes en silencio su partida,
se reencontrarían en el reagrupamiento celestial.
Los tambores de guerra sonaban,
los apátridas planeaban la perdición de la Patria,
Tú permanecías siempre alerta al llamado,
y como era de esperar, fuistes el escogido,
el único soldado capaz de tal misión,
fundar el BIRIA…
Lo hicistes a tu modo, con tu carisma, con tu lema:
POR LA PATRIA Y CON DIOS!!!!
Con el símbolo de la resistencia del invasor:
Atlacatl el joven,
cuya sangre corre entre los guerreros que escogistes.
Los llevastes al límite como era tu costumbre.
Siempre es posible dar más porque el dolor no existe,
es una ficción de los cobardes.
Darse a la Patria, cumplir la misión, no había otro camino.
Las hordas invasoras temblabn ante el empuje de tu fuerza,
la llegada de los comandos aerotransportados
ponía en desvandada a los bandidos,
tus patrullas de reconocimiento eran fantasmas de la noche,
tus fuerzas de choque eran demoledoras,
el valor era a toda prueba,
el resultado solo uno: la victoria.
Marchabas al frente, en la primera linea de fuego,
sin privilegios, junto a tu tropa, eras un padre
más que un comandante,
Ante la orden dada tuvistes que partir,
A la Tercera que ahora lleva tu nombre,
y comandastes las operaciones
de la zona más herida de la madre Patria.
Asumistes como soldado y dejastes al BIRIA en buenas manos.
Pero la muerte rondaba traidora,
eran muchos los intereses,
que superaban el arte de la guerra,
no te soportaban los mercaderes del dolor,
eras su principal enemigo,
y la mano traidora actuó…
pensaron que te había matado,
solo te liberaron y te enviaron al Señor,
tu estatura de héroe los perseguirá siempre,
hasta el final de los tiempos,
muchos pretenderán manchar tu recuerdo,
solo nos unen más a tus hijos,
que en todo momento estamos en orden de batalla.
¡Por la Patria y con Dios!
¡Monterrosa Vive!

Sgto. Guido Miguel Castro

EL CHARLY MONTERROSA VIVE!!!!!!

Veintisiete años han pasado desde la desaparición física de nuestro querido Domingo Monterrosa Barrios!!! pero su ejemplo se mantiene vivo en cada uno de los que admiramos su herencia, herencia que no es material porque murió pobre como los grandes, sino moral, porque imitar al Charly Monterrosa es practicar la honestidad, la honradez, la fe en Dios, el amor a la Patria, la defensa de los más pobres, es luchar por la paz, es servir a los demás, es vivir con honor, es morir día a día a uno mismo para nacer a los demás, es luchar mamo a mano con los subalternos, es sufrir con ellos el hambre, el frío, el miedo, la sed y el cansancio.
La Patria, hoy como hace 27 años, necesita hombres como Monterrosa, que se olviden de sí mismos para pensar en su pueblo, que se desprenda de lo material para no ser atrapados por la corrupción y así poder pensar en los demás, hombres para los que el cansancio ya no signifique nada y que la entrega de la propia vida sea el pan de cada día.
Necesitamos devolver a los hombres de armas la dignidad, el honor y la hidalguía que les caracterizó hasta antes que Cristiani denigrara la Institución Armada y entregarla a la voluntad de los buitres que siempre quisieron cebarse de sus mejores hijos.
La Nación necesita del orden, la probidad y la rectitud que ha caracterizado siempre al hombre que ha abrazado la carrera de las armas, cuyo ejemplo más preclaro ha sido Mi Coronel Domingo Monterrosa.
Fue precisamente su lealtad a la misión que adquirió cunado juró defender a la Patria, la que provocó que los apátridas le tendoeran una trampa para asesinarlo, pero se jodieron, porque su muerte hizo que se esparcieran miles de semillas que poco a poco irán germinando en sus hijos, quienes forjaremos un mañana de esperanza para nuestra Patria.
Al igual que de los mejores hijos de Atlacatl se formó el BIRIA, así también de los mejores hijos de Monterrosa surgirá una pléyade de patriotas que devolverán a la Patria y a la Institución Armada el brillo que otrora nos distinguiera entre las Naciones y los Ejércitos del mundo.
Es hora que tiemblen los corruptos, arribistas, traidores y entreguistas, porque la venganza de Monterrosa será inmisericorde, el juicio de la historia ya los ha condenado, pero la fuerza de la Reacción Inmediata hará que se arrepientan hasta la cuarta generación del deshonor en que ahogaron a nuestra Patria.
Monterrosa Vive!!!!!!!!!!!!!!!!!1 Por la Patria y con Dios!!!!!!!!!!!!!

TENEMOS QUE REIVINDICAR LA MEMORIA DE DOMINGO MONTERROSA

Hay que conocer la vida del coronel Monterrosa para juzgarlo en su verdadera dimensión.

Desgraciadamente la sociedad salvadoreña solo tiene la versión difundida por los apátridas de la izquierda que han pretendido profanar la memoria del Charly dados los innumerables golpes estratégicos con los que golpeó a la guerrilla. De haber seguido con vida la guerra hubiera acabado en la mitad del tiempo que duró.

Domingo Monterrosa, un niño normal, hasta cierto punto tímido, creció en la ciudad de Berlín y luego se mudó a San Salvador a concluir sus estudios secundarios. Antes de pensar en la carrera de las armas pensó seriamente en ingresar al sacerdocio, de hecho, en sus ratos libres preparaba para la primera comunión a los niños de la comunidad Tutunichapa sobre la 25 avenida norte de San Salvador.

Sin embargo, el ingreso a la Escuela Militar no restó trascendencia a la misión que Dios le había encargado sobre la tierra. Su lema “Por la Patria y con Dios” refleja sus dos grandes ideales: la fidelidad a Dios y a los mpas altos intereses de la Patria.

Por ello es ridícula la campaña montada por la izquierda tratando de manchar su honor por hechos que no cometió y con el único respaldo de una mujer quien nunca dijo que el charly estuvo en el Mozote, el odio deviene de su éxito en las campañas militares que emprendió y en la efectividad del glorioso Batallón Atlacatl, su único pecado fue hacer las cosas bien hechas y golpear contundentemente a los enemigos de la Patria.

Domingo Monterrosa siempre fue querido por la gente, se ganaba su cariño con su sinceridad y entrega a una causa justa. Militarmente siempre fue fiel a la constitución, de hecho, llegó a rechazar una petición de golpe de estado que recibió de políticos y ex militares que pretendían subvertir el orden constitucional, así era de patriota. Se negó siempre a recibir a los políticos, incluido un antiguo compañero de tanda, su apoliticidad se traducía en entrega a la Patria.

Con sus soldados era un padre, un amigo, los animaba siempre a no desfallecer aun en lo más cruento del combate, aun cuando todo parecía estar perdido, domingo Monterrosa sacaba fuerzas de flaqueza y salía siempre adelante.

Pero su memoria no ha sido reivindicada, por ello, los que lo amamos, que lo recordamos y consideramos el ideal del soldado salvadoreño, tenemos que honrar su memoria y proclamar la verdad de su vida, de su obra, de sus sueños, de su legado para las futuras generaciones. ¡Honor a quien honor merece!

Domingo Monterrosa Barrios vivirá para siempre en el corazón de todos los verdaderos salvadoreños y pesará en el de los apátridas que pretenden mancillar su recuerdo.

“Por más que los cerdos se rasquen en el portentoso tronco de la secoya nunca horadarán su estirpe”

Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

EL 23 DE OCTUBRE TODOS NOS QUEDAMOS HUERFANOS

Cuando empezó a difundirse la noticia de la muerte de mni Charly Monterrosa todos los que ya portaban el uniforme y los que aspirbamos a portalos, nos quedamos huérfanos, junto a él murió una parte de nuestro corazón hasta el día en que junto al Señor nos pase revista en el Cielo.
Al morir Monterrosa Barrios se moría lo mejor del Ejército Nacional, sin faltar a la memoria de tantos hermanos jefes, oficiales, clases y soldados que ofrendaron su vida por la Patria, sin ofender al resto de la oficialidad que nos condujo durante la guerra, sin faltar a todos ellos, puedo afirmar sin temor a equivocarme que José Domingo Monterrosa Barrios ha sido el mejor soldado que ha parido el ejército nacional.
Sin embargo la hostoria no lo ha juzgado en su correcta dimensión, las autoridades civiles no han dimensionado el papel que desempeñó en la guerra durante su vida y despúes de su cobarde asesinato. Porque él nos sirvió a muchos de inspiración para salir vivos de la guerra, para no desmayar en los momentos más cruentos del combate, a no bajar la guardia cuando el cansancio, el hambre y la voluntad nos traicionaban. En ningún lugar, fuera de las unidades militares, puede observarse una plaza o un monumento al Heroe de Joateca, por el contrario se lo han levantado a terroristas como Arafat o a perfectos desconocidos para nuestra cultura solo por quedar bien con determinados gobiernos.
Con Monterrosa todos empezamos a morir porque su muerte no fue con honor, fue traicionera, ignominiosa, y desgraciadamente a quienes les tocaba investigar no lo hicieron.
Me imagino el dolor de los miembros del Batallón Atlacatl y de la Tercera Brigada, una extraña mezcla de rabia, impotencia y dolor. No poder hacer nada en ese momento, no haberle dado ni siquiera el honor de haber muerto en combate, era inconcebible.
En ese momento los verdaderos patriotas nos quedamos huérfanos del hombre que representaba la lucha con honor, el patriotismo, el hombre que resumía las aspiraciones de todos los hombres que a lo largo de la hostoria habían luchado por los más altos intereses de la Patria.
Pero como dignos hijos de tal Padre, nuestro dolor tiene que traducirse en lucha por mantener vivos los ideales de Monterrosa Barrios, en honor al vivir tal como él vivía, en lealtad a la Patria, en amor por nuestros hermanos salvadoreños. Ese será el mejor homenaje que podemos rendirle a nuestro querido y recordado Teniente Coronel José Domingo Monterrosa Barrios, quien ¡Murió por la Patria!
Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

TENIENTE CORONEL JOSÉ DOMINGO MONTERROSA BARRIOS: ¡MURIÓ POR LA PATRIA!

Cuando no estabamos operando, a las seis de la tarde formabamos para el arreo de la bandera y para escuchar el listado de los hombres que habían ofrendado su vida en aras de los más altos intereses de la Patria, de los que habían cumplido con su juramento a costa de su propia vida. Ante la mención de cada nombre gritábamos al unísono ¡MURIÓ POR LA PATRIA!

Yo no estaba en el Glorioso Ejército Nacional aquella tarde dolorosa del 23 de octubre de 1984, pero lloré al escuchar a las cinco de la tarde el parte de guerra de Coprefa, pero me imagino que nunca como esa tarde se escuchó entre los hombres de armas ¡¡¡¡¡MURIÓ POR LA PATRIA!!!!!!!!

Morir por la Patria para los apátridas no significa nada, les parece hasta ridículo, pero para los que amamos a nuestro País, para los que amamos su historia, a su gente, para los que hemos ofrecido nuestro sudor y dolor junto a muchos compañeros que tuvieron la gloria de ofrendar su vida en el altar de la Patria, “Morir por la Patria” es la mayor prueba, el mejor símbolo de entrega de patriotismo.

El Gran Comandante nos dijo un día: “Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos”. Esta verdad del Evangelio se hizo realidad en el Charly Monterrosa: él amaba a su pueblo, a su gente, entre más sencilla mejor, y ellos le amaban también. Amaba a sus soldados, eran sus hijos adoptivos, y los amaba tanto como a sus hijos de sangre, se preocupaba por ellos, por su alimentación, por la calidad de sus armas y municiones, sus uniformes y su transporte, vivía pensando en sus soldados, nunca se valió de su cargo para beneficio personal, no dejó fortuna conocida, murió como los grandes, pobre, llegó a la presencia de Dios con la carga de sus buenas obras, de sus virtudes, le dio parte al Señor de la Misión Cumplida y pasó a recibir el premio reservado a los siervos buenos y fieles.
Morir por la Patria representó el cierre de una vida que se inició con su juramento de fidelidad a la bandera siendo un nobel Caballero Cadete, renovó día a día ese juramento, probó permanentemente que estaba dispuesto a cumplirlo sin temor, con el valor de los héroes, lo dió todo y desgraciadamente no todos reconocen esa entrega, ese sacrificio, esa hidalguía, ese coraje, ese arrojo sin par en la historia del Ejército Nacional.

En el trote cantabamos aquella canción que decía: “Es mi orgullo ponerme el uniforme/que distingue al soldado nacional/ y en moriri por mi patria estoy conforme/ ser herido aunque vaya al hospital/ el fusil es mi amigo inseparable/ yo con él me presento a la instrucción…, portar el uniforme era un orgullo para el Charly, un honor, un compromiso de entrega total por los más altos intereses de la Patria. Portó con orgullo el uniforme caki del Batallón de Paracidistas a quienes nos dejó el simpático trote de la Fuerza Aérea hasta el redondel Masferrer, portó el verde olivo, el camuflaje francés, el camuflaje gringo, lo sudó, lo ensució, lo honró como nadie lo ha hecho en la hostoria de los heroes salvadoreños. Como nadie lució el parche del Atlacatl, parecía que era la misma personificación del héroe legendario que había cambiado el arco vengador por el M-16. Kepis, sombrero, gorra y boina ocre sustituyeron el penacho de plumas que cubrieron la cabeza visible del Ejército Salvadoreña. Lider indiscutible, voz de mando, azimut efectivo, coordenada de la victoria, tiro certero, coraje, todas estas caracteristicas de nuestro recordado heroe.
ahora descansa merecidamente en el seno de Dios, inspira a las nuevas generaciones de soldados. Un día la Patria reconcoerá públicamente su entrega y heroismo y levantará un monumento imperecedero a la memoria del titán del camuflaje. ¡Barrios!
Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro