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DOMINGO MONTERROSA BARRIOS: EL HÉROE

domingo_monterrosa_el_heroeDOMINGO MONTERROSA BARRIOS: EL HÉROE
Por Guido Miguel Castro

El blog de Domingo Monterrosa no es responsable de la opinión de sus colaboradores y los comentarios de sus visitantes.

Desde hace algún tiempo no escribo sobre mi Charly Monterrosa, pero no es porque había dejado de pensar y analizar su figura histórica dentro de nuestra gloriosa Fuerza Armada, sino porque he estado reflexionando sobre su faceta como Héroe del Ejército Salvadoreño (Héroe con mayúscula), no como un héroe, sino como El Héroe.

Todos los pueblos y las instituciones humanas necesitan exaltar las virtudes de aquellos que han sobrepasado el común denominador de los mortales. Necesitamos tener como modelos a seguir aquellos hombres que han sido capaces de trascender el anonimato y dedicaron toda su vida a algo tan simple como hacer las cosas bien, en orden y completas.

La vida militar se caracteriza por una exigencia superior a la vida de los civiles, pero dentro de estas exigencias, hay soldados que logran alcanzarlas en grado superlativo, más que por condiciones superiores, lo han logrado a fuerza de voluntad, de una voluntad férrea a toda prueba, que han superado el conformismo de simplemente pasar la prueba y luchan por hacerlo de manera lo más cercano a lo perfecto que puedan.

Domingo Monterrosa superó en primer lugar las condiciones de pobreza que a muchos los condena al conformismo de nacer y crecer sin ninguna aspiración. Salió del terruño en Berlín y llegó a graduarse de bachiller en uno de los mejores colegios de la época, el Liceo Salvadoreño.

Decidió, luego de una profunda reflexión, seguir la carrera de las armas en la gloriosa Escuela Militar “Capitán General Gerardo Barrios”. No era el cadete de mejor porte ni condición física, pero era el que más valor e hidalguía tenía. Desde que tomó su decisión empezó a amar su profesión, con un amor tan profundo que trascendió en amor Patrio, y conociendo el peligro que corría, nunca escatimó esfuerzo alguno en cumplir su deber como soldado, aún a costa de su propia vida. Le ofrecieron cargos de escritorio que lo alejarían de la primera línea de fuego, pero antes que Coronel él sabía que era soldado y por ningún cargo dejaría a sus soldados, a quienes amaba como a sus propios hijos, porque junto a ellos luchaba, sufría, lloraba, comía, se cansaba y los acompañaba al campo de batalla, al hospital o al cementerio.

Salió al encuentro de la muerte muchas veces, hasta que le tocó el turno de acompañarla. No le temía. Él había sumido no solo que como hombre debía morir algún día, sino que su muerte tenía que ser con honor, con gloria y en el cumplimiento del deber. Solo así puede ser la muerte del verdadero soldado.

Ese valor en enfrentar al enemigo y de enfrentar la muerte, solo puede hacerlo un héroe de su calibre.

Dentro de su formación militar buscó siempre la perfección, saber cada día más, ser el mejor en cada curso, superar sus propias limitaciones humanas, y de esa manera, poco a poco, se fue transformando en un ser fuera de lo normal, porque de esa manera podía exigir a sus subalternos, con quienes caminaba a la par, los animaba, les demostraba que no les exigía imposibles, y por eso sus soldados daban la vida por él y se enorgullecían de morir bajo su mando.

Monterrosa se ha convertido en el mejor referente de cualquier soldado, quizás en el modelo inalcanzable, pero es la referencia del auténtico soldado salvadoreño.

Domingo Monterrosa Barrios es el Héroe que nadie podrá expulsar del corazón de la Fuerza Armada. Podrán pretender borrar su nombre de las instalaciones militares, pero es imposible sacarlo de la mente y el alma de los oficiales que lo conocieron, que siguieron su ejemplo, que lucharon junto a él, ni de todos los nuevos oficiales que han conocido extasiados los relatos de sus acciones militares, del amor a su carrera militar y que sueñan con imitarlo.

Es el patriota por excelencia, el que nos ha demostrado que hay valores superiores a la fama y a las riquezas, y que vale la pena luchar por ellos. Murió pobre como lo hacen los verdaderos héroes, porque nunca tuvieron tiempo para ellos y se dedicaron solamente a cumplir su deber y a conducir a sus hombres solamente hacia la victoria, sin medias tintas.

Sus enemigos lo odian no solo por su capacidad operativa y táctica, por la contundencia de sus resultados y sus éxitos militares, sino, sobre todo, porque nunca podrán igualar su amor por la Patria ya que la historia ha comprobado que ellos actuando con odio de clases, solo buscaban los beneficios económicos del poder.

Domingo Monterrosa ha pasado a la gloria en la posteridad como el Héroe por excelencia, trazó el único camino que puede y debe seguir un soldado salvadoreño, y nos ha demostrado que el amor por la Patria pasa necesariamente por el sacrificio y el honor.

¡Viva Monterrosa por siempre en la memoria y el corazón de los verdaderos salvadoreños!

¡Por la Patria y con Dios!

EL SALVADOR NECESITA DE SUS HÉROES

La decadencia moral en la que nos sumió la guerra, la degradación del sistema educativo salvadoreño y la corrupción galopante de los gobiernos de turno, nos lleva a volver la vista hacia la reserva moral que representan nuestros héroes de la Fuerza Armada, encabezados por el Teniente Coronel Domingo Monterrosa Barrios.
Un hombre como èl, que es capaz de jurar un día defender la Patria aún a costa de su propia vida, y lo cumple, es digno del reconocimiento eterno de la Nación por la que ofrendó su vida.
Esa es palabra de honor, eso es actuar con honor, eso es vivir para la eternidad con honor, y no hay mejor ejemplo a seguir por las nuevas generaciones que el de los hombres que han comprendido hasta las últimas consecuencias lo que significa HONOR!!!
Por ello resulta ridículo que polìticos de turno, que ayer no eran nada y mañana quien sabe qué serán, vengan ahora, por mandato de sus maestrillos de la UCA a cuestionar el honor de un Héroe que encarna el espìritu nacional. No es posible.
Por ello, hagamos oidos sordos a los ladridos de los perros del camino y digamos como Don Quijote: “Ellos ladran porque nosotros caminamos…”
Hagamos entonces camino al caminar, llevemos la luz de su ejemplo a las nuevas generaciones, divulguemos su obra y mostremos la pléyade de héroes que han elevado por lo màs alto a la Instituciòn Armada.Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro