EL PAYASO (VILLALOBOS) QUE PRETENDIÓ SER EL VERDUGO DE MI CHARLY MONTERROSA

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La literatura desarrollada por la pluma de los terroristas del FMLN, ha pretendido vender la idea que Joaquín Villalobos, dirigente del ERP luego de asesinar al poeta Roque Dalton, ideó un plan perfecto para asesinar al Teniente Coronel Domingo Monterrosa Barrios y que culminó en la tragedia del 23 de octubre de 1984 en Joateca.

En resumen dicho cuento afirma que Villalobos le mandó poner una trampa caza bobos a mi Charly en la carcasa de un transmisor de radio, y que por su obsesión por destruir la ridícula “Radio Venceremos”, se llevaría el artilugio en su helicóptero y a cierta altura se accionaría un dispositivo barométrico y estallaría en mil pedazos.

Es estúpido quien piensa que un militar tan experimentado como Domingo Monterrosa no habría tomado sus precauciones antes de llevarse cualquier aparato capturado al enemigo, pero ante la oscuridad de los hechos, el payaso de Villalobos quiso sacar ventaja quién lo iba a contradecir, ¿los verdaderos asesinos? Por supuesto que no, entonces aplicó el viejo adagio: en río revuelto, ganancia de pescadores.

Pero ¿quién es este personaje de circo barato que gracias a sus negociaciones oscuras ahora se las da de gran analista y académico de la Universidad de Oxford?

En el libro “Héroes bajo sospecha” de Geovani Galeass, un ex guerrillero, encontramos la verdadera personalidad de este psicópata que llevó tanto luto y dolor a la familia salvadoreña, y que ahora, luego de realizar negocios sucios con gobiernos y organismos internacionales, goza de las mieles del placer y seguramente, de los millones que lograron al secuestras empresarios en los años 70.

Villalobos se graduó de bachiller del Liceo Salvadoreño y comenzó una carrera universitaria que nunca terminó. Era miembro de la juventud del PDC, que en los años sesenta y setenta eran más cercanos a los terroristas que a sus propios dirigentes partidarios.

Ingresó al naciente ERP a principios de los años ’70 con ambiciones bien claras: eliminar a quien fuere necesario para alcanzar sus ambiciones de poder, es literalmente un maquiavélico, para quien, el principio de “el fin justifica los medios” es una verdad que rige su vida.

Siempre vio de menos a sus compañeros terroristas, porque la mayoría eran de extracción popular y él se consideraba socialmente superior. Galeas lo define, en su jerga comunista, como un “pequeño burgués”, que gustaba vestir bien, comer y beber bien, y vivir con las guerrilleras que quería hacer sus amantes y a quienes promovía inmediatamente en su organización terrorista.

A la primera oportunidad, logró la eliminación física del poeta Roque Dalton García, quien tenía no solo mayor edad y madurez, sino también más inteligencia, formación, carácter y ascendencia personal sobre los grandes líderes del terrorismo en Cuba, que en ese momento histórico, junto a Moscú y Pekín, constituían las mecas del comunismo y el terrorismo internacional. De hecho, Roque Dalton era muy cercano a Fidel Castro, lo que le había granjeado muchas enemistades en Cuba.

Acusó a Dalton de ser un agente de la CIA (el león juzga por su condición, o mejor dicho, el ladrón juzga por su condición) y lo condenó a muerte en un circo que simuló una especie de “tribunal revolucionario” luego de mantenerlo prisionero en una de las casas de seguridad que mantenían antes, durante y después de la guerra.

Lo asesinaron como un perro en la lava de la erupción de 1917 entre Quezaltepeque y San Juan Opico, ahí se lo comieron los perros callejeros y los zopilotes.

Una vez consolidada su posición de poder, no dudó nunca en eliminar a quien consideró un obstáculo a sus ambiciones personales, secuestró, cobró rescates y entregó cadáveres de los secuestrados, llevó el sufrimiento y la muerte a los sectores más pobres del país, a quienes obligaba a prestarle colaboración so pena de ser asesinados acusados de colaborar con el Ejército.

Fidel Castro lo obligó a unirse en una sola organización, el FMLN, junto a las otras 4 organizaciones terroristas. Era un macho sin dueño y a la hora de las negociaciones de paz él negoció con quien quiso o con quienes siempre había negociado: los misiles SAM-7 y el aumento de 3 puntos en el IVA fueron algunas de sus cartas de cambio que ahora le permiten escibir y hablar como un académico de Oxford cuando no es más que un vulgar terrorista, secuestrador y asesino.

Con estos antecedentes personales, expuestos por sus propios compañeros, no dudamos en afirmar que Villalobos es un farsante al pretender abrogarse la eliminación física de nuestro querido Domingo Monterrosa y sus compañeros héroes de Joateca.

De los que sí puede jactarse es del asesinato de varios alcaldes del PDC en la zona oriental del país, de miles de niños muertos o mutilados por las minas terrorista, del asesinato de decenas de soldados en licencia o de sus familiares, de todo eso sí se puede jactar el payaso de circo barato, con el perdón de los honorables payasos, hasta de los jayanes, que divierten a nuestro pueblo en sus humildes carpas.

Domingo Monterrosa fue asesinado, pero no por este payaso, pero murió con el orgullo de morir luchando de cara a los terroristas, no atrás de un escritorio con las botas virgas, sino con las botas bien enlodadas en los caminos que llevaron a la paz y a la libertad a nuestro pueblo.

Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

TRAICIÓN A LA FUERZA ARMADA

Traicioin a El_Salvador

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Por Guido Miguel Castro

Sorprendentemente, un grupo de personas que pertenecieron a la Institución Armada, presididos por los señores René Roberto López y Néstor Bonilla, han conformado el llamado “Consejo Asesor para la Defensa Nacional” para “asesorar a la fórmula presidencial del FMLN en materia de seguridad nacional”.

El hecho que nueve ex–oficiales o ex–jefes militares aparezcan junto a dos antiguos guerrilleros, clasificados internacionalmente como terroristas, responsables de asesinatos como los del Dr. Carlos Antonio Herrera Rebollo, ministro de educación, el Dr. Antonio Rodríguez Porth, canciller de la República y el Fiscal General de la República, Roberto García Alvarado, de ejecutar más de mil combatientes del FMLN, de miles de niños mutilados por las minas y por supuesto, de cientos de ataques y ejecuciones sumarias a miembros de la Fuerza Armada.

Más de cien mil soldados lucharon a lo largo de la guerra, derramando su sangre, sudor y lágrimas por defender la institucionalidad del país, por no permitir que el país cayera en el totalitarismo que pretendían imponer el eje La Habana-Managua-Moscú, en esos aciagos años de la guerra fría.

Actualmente esos soldados, que defendieron a su Patria y que permitieron que ahora vivamos en libertad, luchan todavía por una indemnización justa a su sacrificio.

Por otro lado, nueve personas, que un día juraron defender la Patria aun a costa de su propia vida, ahora se sienten a asesorar a dos que fueron no solo sus enemigos, sino los enemigos de la Patria, de la libertad y de la democracia, eso es inaudito y traición al sacrificio de todos los hombres de la Fuerza Armada.

Es una traición a la pléyade de los héroes nacionales, presididos por Domingo Monterrosa Barrios, Azmitia y Calito, y que incluye hasta el último soldado desconocido que no tiene ni siquiera una tumba en la que se le pueda rendir homenaje póstumo.

Pero esto no es extraño, los terroristas siempre intentaron infiltrar las filas de la Fuerza Armada, y por lo visto lo lograron, ahora están saliendo del clóset y están mostrando lo que realmente son, por supuesto, con pensión de retiro del IPSFA y el grado militar que alcanzaron.

El FMLN, desde las negociaciones que precedieron a los llamados Acuerdos de Paz, intentaron eliminar a la Fuerza Armada, pero solo lograron eliminar a los Cuerpos de Seguridad (con cuya presencia no hubiéramos llegado a estos niveles de delincuencia con las maras) y los Batallones de Reacción Inmediata; también presionaron para formar una comisión de depuración de la Fuerza Armada y la espuria “Comisión de la Verdad” que cargó los dados contra la Fuerza Armada.

Y así como no han renunciado a la formación de un estado socialista, como lo expresan los estatutos de su partido político, inscrito por decreto ejecutivo y no por la vía legal, tampoco han renunciado a destruir a la Fuerza Armada, ya sea haciéndola desaparecer o convirtiéndola en un ejército miliciano, al servicio del llamado Socialismo del Siglo XXI, como en Venezuela.

En otras palabras, estos señores, traidores a sus antiguos compañeros de armas, ahora se pretenden erigir como los verdugos que darán el tiro de gracia a la Fuerza Armada.

La formación del militar debe girar en torno al honor y a la lealtad, vivir con honor y actuar con lealtad a sus compañeros, sostener y defender un juramento hecho ante el Pabellón Nacional y guardar lealtad a otros que sacrificaron hasta la vida para que sus compañeros sigan viviendo y lo hagan en libertad.

Indudablemente, la historia juzgará a los traidores como lo ha hecho con Judas por los siglos de los siglos.

EL CINISMO DE LOS ENEMIGOS DE DOMINGO MONTERROSA

Portada de La Prensa Grafica 1984

Portada de La Prensa Grafica 1984

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Cuando estudiamos el desarrollo del proceso del conflicto armado salvadoreño, nos encontramos con dos formas distintas de enfrentar esa lucha. Por un lado, los terroristas se guiaban por la llamada “moral troskista”, la cual afirma que “por la revolución, no importa lo que se haga, incluido el terrorismo, el asesinato y el secuestro”, por otro lado, el ejército a través de jefes y oficiales como Domingo Monterrosa, contrarrestaban la “moral revolucionaria” y la práctica del terrorismo con métodos institucionales y con técnicas militares, mediante acciones contrainsurgentes profesionales que protagonizaron muchas veces actos heroicos por parte de los elementos de la Fuerza Armada.

¡Cuántas personas honradas e inocentes fueron asesinadas, secuestradas o mutiladas por los terroristas del FMLN! Militares, estudiantes, empresarios, hijos e hijas de oficiales, embajadores, alcaldes, niños, funcionarios de gobierno, un ministro de educación desarmado, sin guardaespaldas, el Dr. Carlos Herrera Rebollo el 23 de mayo de 1979; en fin, miles de víctimas “por la revolución”.

En cambio, Domingo Monterrosa Barrios y multitud de militares, se formaron profesionalmente en el uso de las armas, se han sujetado a la rígida disciplina militar y de los ascensos, aprendieron el ejercicio del mando militar, experimentaron el cansancio, el sufrimiento y el dolor junto a sus tropas y no desde bases de mando en el extranjero como Cuba, México y Nicaragua.

Los terroristas atentaban contra el orden constitucional, los oficiales patriotas resguardaron la soberanía nacional. Los terroristas asesinaron, la Fuerza Armada cumplió con su deber al repeler la agresión comunista.

Los terroristas no tuvieron nunca reparo en hacer uso de la mentira para alcanzar sus metas. Un caso emblemático es el de la muerte de mi Coronel Domingo Monterrosa, la cual fue sacrílegamente manipulada por el terrorista Joaquín Villalobos al atribuirse una supuesta operación para engañar al máximo estratega militar de la historia del Ejército Salvadoreño. Solo un idiota puede creerse ese cuento que iban a engañar a mi Coronel Monterrosa con una trampa caza bobos. Evidentemente, quienes asesinaron a mi Coronel se pusieron de acuerdo con los terroristas del ERP para montar el circo con el que han pretendido engañar a todo el mundo sobre la causa de su muerte. En otras palabras, esos terroristas y todas sus plumas mercenarias son cómplices del más vil de los asesinatos del conflicto armado salvadoreño.

De tanto repetir una mentira se va volviendo verdad, y eso han hecho los terroristas durante más de treinta años, junto a sus cómplices como los jesuitas de la UCA y los comunistas de la Universidad Nacional y de tantas ong’s dedicadas a la destrucción moral de nuestra sociedad.

Domingo Monterrosa siempre respetó los cánones militares, las reglas de la guerra regular y de la guerra contra insurgente, combatió, rescató de la opresión a la población civil y a niños usados como escudos humanos o carne de cañón por los guerrilleros, en fin, amó su carrera y la ejerció con honor e hidalguía.

Al no poder ser vencido en el terreno militar, en el teatro de operaciones, sus enemigos han pretendido destruir su figura y no se dan cuenta que lo que han logrado es volverla cada vez más imponente y su estatura moral está alcanzando alturas nunca vistas para un héroe militar.

Los comandante terroristas ahora son parte de los nuevos millonarios, mientras que Domingo Monterrosa murió pobre, sin casa, sin vehículo, viviendo de su salario como oficial de la Fuerza Armada, la diferencia es evidente.

Domingo Monterrosa hizo la guerra con recursos públicos, dinero ganado con el sudor de la ciudadanía honrada, en cambio, los terroristas, lo hicieron con fondos provenientes de los secuestros, con dinero manchado de dolor y sangre.

Como podemos ver, Monterrosa vivió iluminado por la verdad, los terroristas en la penumbra de la falsedad, y consecuentemente, Domingo Monterrosa vive para siempre en la tierra de la luz eterna, en cambio, los terroristas están condenados a vivir eternamente en el mundo de las tinieblas con el Padre de la mentira.

Aquellos que admiramos la vida del Héroe de Joateca debemos defender su memoria con el mismo valor que él defendió la institucionalidad del País, e imitarla, para que su sacrificio sea semilla de nuevas generaciones de patriotas que escribirán páginas heroicas en la historia de la República salvadoreña.

Por la Patria y con Dios

Sgto. Guido Miguel Castro

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¿Qué dicen quienes conocieron al Tte. Cnel. Monterrosa?

El testimonio de quienes los conocieron

Igualmente a Monterrosa jure defender la patria en 1967 y nos preparamos juntos con Azmitia en Artilleria para entrar en combate con el vecino pais Hon. Calitto fue mi excelente maestro instructor mis Heroes lOs recuerdo con cariño.
Conocí al Coronel en el campo de batalla. En muchas ocasiones fuimos la cuarta compañía del batallón al principio eran 3 nada más. Siempre el pedía los Paracaidistas como cuarta compañía y era asombroso el carisma que inspiraba a la tropa. Estuve en el Mozote luego y ese lugar era una base militar guerrillera.
Yo pienso que un hombre como Domingo MONTERROSA nunca será olvidado por los buenos salvadoreños. Es una Pena que se nos adelanto.
Te conocí cuando eras Teniente. Y no  te volví a ver, quisiera mirarte y darte un ABRAZO. Llevamos la misma sangre.

Tte. Cnel. Domingo Monterrosa Barrios - El Salvador, Centro America