La Batalla de San Gerardo, San Miguel
La Batalla de San Gerardo
En febrero de 1984 un grupo de tropas bajo el mando del Tte. Cnel. Domingo Monterrosa Barrios desalojaron delincuentes terroristas del FMLN que se habían ubicado entre San Gerardo y San Luis de la Reina en San Miguel, El Salvador. En esta operación se produjo una tragedia cuando dos helicópteros que transportaban a miembros del Batallón Aerotransportado de la Fuerza Aerea de El Salvador se accidentaron en vuelo justo antes de aterrizar. En el accidente fallecieron 28 miembros de la FAS. A pesar del percance la operación logro su objetivo.
A los soldados que perdieron la vida se les conoce como los Héroes de San Gerardo y en honor a su sacrificio se les dedico esta canción y este video
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A continuación presentamos el relato de Misael Ramos Culy sobre los hechos ocurridos en San Gerardo, San Miguel
Febrero 19 1984, Eran entre las 5:00 – 6:00 a.m., aún no había abandonado mi humilde cama, cuando escuché el zumbido de una avioneta, me puse de pie y salí al patio de nuestra humilde vivienda, alzé mi vista hacia el espacio aéreo Norte y divisé una avioneta del tipo O-2, conocida por nosotros como (La Carreta) y en este momento comenzó a disparar.
Sentí miedo pero seguí observando, escuchando a lo lejos el rugir de aviones de guerra, giré mi vista hacia el espacio aéreo Nor-Poniente y divisé dos aviones de guerra del tipo A-37. En ese momento se dejaron ir en picada y comienzaron a bombardear, me atemorizé, pero siguí observando, escuché el ruido de helicópteros y al girar mi vista hacia el espacio aéreo Sur-Poniente, divisé una columna de helicópteros aparecer entre los Cerros el Tecomatal y el Cerro el Tabor, por regaños de mi padre y por mi propia seguridad decido ponerme a salvo, pero antes salí a la calle y observé a los guerrilleros corriendo en forma descoordinada.
Después me introduje en mi refugio, pensé en la cantidad de guerrilleros que se encontraban en nuestro querido pueblo, el material bélico que poseían y el aparataje militar aéreo que había observado como presagio de un día infernal. Se escuchaban las ametralladoras disparar por todos lados, los morteros, las M-60 de los helicópteros, los disparos del O-2 y el rugir de los A-37, y no podía dejar de pensar en dos camiones cisternas (Pipas) que los guerrilleros habían robado en la Carretera Panamericana y llevados a nuestro San Gerardo, en realidad nunca supe ni nunca lo he sabido que tipo de combustible contenían, pero nuestra preocupación era que se tratara de gasolina y que una bomba o un disparo del O-2 impactaran en ellas.
Una de estas se encontraba en el lugar conocido como “El Pito” y la otra debajo de La Ceiba que se encuentra frente a la vivienda de la Familia Jovel Díaz. En unas dos o tres horas el ejército había tomado control de la población mientras a lo lejos se escuchaban los disparos. Decidimos abrir las puertas de nuestra humilde vivienda cuando un soldado encañonó a mi padre y le interrogó:
-¿Por qué tienes sangre en tus manos?
-Porque cuando comenzó el tiroteo, me encontraba destazando un cuche!
-El soldado le pidió que se lo mostrara, mi padre lo llevó a donde tenía el cerdo y el soldado al observar esto, le dijo: Continuá con tu trabajo, que ya todo está bajo control.
Ese día en San Gerardo, se vivió una historia de tipo Tragedia Griega, ya que dos medios hermanos se estaban enfrentando: Uno era Rafael Díaz (Catán) en el bando de la guerrilla y Hernán Díaz Trejo (Lacho) en el bando de la Fuerza Armada.
En esta historia, Rafael el guerrillero salió perdiendo al caer abatido a balazos en la carretera que de San Gerardo conduce hacia Nuevo Edén de San Juan a la altura del lugar conocido como el segundo paso. Allí los guerrilleros que perdieron la vida fueron recogidos y llevados al Cementerio Municipal en donde se les dio sepultura en fosa común. Cuando ya se encontraban los guerrilleros muertos amontonados, llegó al lugar el Sargento Díaz Trejo, pero en verdad, no sé a ciencia cierta si Lacho, se percató que entre los muertos se encontraba su medio hermano. Luego el ejército nos reunió en el parque, y quien se dirigió hacia nosotros fue el Tte.Cnel. Domingo Monterrosa Barrios, quien con lágrimas en sus ojos, informó que dos helicópteros habían colisionado en el espacio aéreo del cerro La Dispensa y que veintiocho militares habían perdido la vida, y dijo esta frase: “Al que le toca, le toca y cualquier día voy a quedar en un cerro de esos”, meses después, le tocaría a él, cumpliéndose sus proféticas palabras, pero no fue en San Gerardo, sino que en Joateca, Morazán.
Este día perdió la vida la Niña Joaquina, quien era la esposa del Sr. Modesto, a quien conocíamos como Modesto Reyes, ellos residían en la casa de la Hacienda del Sr. Tito Díaz, hoy en día propiedad del Sr. Rafael Díaz (Rafaelito Cruz), la Niña Joaquina fue alcanzada por un disparo del O-2, que se impactó en la vivienda.
La Sra. Virginia Orellana, quien residía en la casa que se encontraba en el desvío de la Hacienda Sierra Morena y Nuevo Edén de San Juan, fue alcanzada por otro disparo también pero gracias a Dios sobrevivió.
El Sr. Lisandro del Cid (Chaneco), cuando inicio el enfrentamiento, se encontraba enyugando sus bueyes y al refugiarse dejo a estos en la calle cerca de la vivienda del Sr. Bernita Padilla y un buey fue alcanzado por un disparo que le quitó la vida.
Los guerrilleros habían tomado como rehenes el día anterior, a seis hermanos Gerardinos y en su retirada, les dieron muerte en una forma víl y cobarde, entre ellos: el Sr. Abelino Díaz Ramos, a quien dejaron en una vivienda de la Hacienda el Amatillo y a los Sres. Dalio, Lazarito Esperanza, Toribio , Sra. Rosa Portillo. A todos (Q.D.D.G.) a ellos los dejaron en la ribera del Rio Jalála, a la altura del lugar conocido como Poza el Recodo.
Escrito por: Misael Ramos Culy