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Guerra Política: Tácticas Efectivas para Contrarrestarla Implementadas por TCnel. Domingo Monterrosa

domingo_monterrosa_guerra_politicaLas organizaciones terroristas también recurrieron al uso de métodos de propaganda y adoctrinamiento muy característicos de los componentes de una Guerra Política para cambiar los principios, ideas y pensamientos de los salvadoreños; es decir, para controlar y manipular la forma como ellos querían que la población percibiera la realidad.

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El Gral. Carl Von Clausewitz dijo en su obra titulada, De la Guerra: “Todo en la guerra es muy simple, pero lo más simple es difícil”. Esta máxima nos hace reflexionar que la guerra es más que un duelo violento entre dos o más partes que buscan doblegar la voluntad de lucha del adversario. La preparación y ejecución de la guerra es compleja, y se vuelve aún más compleja por la combinación estratégica de muchos factores, actores y elementos beligerantes y los tradicionalmente no beligerantes como es el caso de La Guerra Política.

La Guerra Política se define como todas aquellas acciones que buscan debilitar la voluntad política y social del oponente y forzarlo a tomar una acción preconcebida. La Guerra Política puede combinar diplomacia, presión económica, subversión e incluso, algunas acciones violentas. Así la entienden los expertos y de una manera peculiar la contrarresto en su campo de acción, uno de los líderes militares más destacados de El Salvador, el TCnel. Domingo Monterrosa Barrios.

Guerra Política y las Organizaciones Terroristas en El Salvador

Durante el conflicto de la década de los 80s en El Salvador, grupos subversivos de izquierda buscaron la toma del poder por la vía armada para implantar un sistema político totalitario. Sus acciones fueron típicas de una organización terrorista, pero no todas fueron hechas mediante balas y bombas. Las organizaciones terroristas también recurrieron al uso de métodos de propaganda y adoctrinamiento muy característicos de los componentes de una Guerra Política para cambiar los principios, ideas y pensamientos de los salvadoreños; es decir, para controlar y manipular la forma como ellos querían que la población percibiera la realidad.

Es interesante notar que la Guerra Política ejercida por la subversión en El Salvador tuvo sus inicios una década antes, precisamente en 1970 cuando se organizaron los primeros grupos políticos de choque contra el estado. Estos grupos clandestinamente comenzaron su labor de adoctrinamiento con ideas comunistas a estudiantes, profesionales, líderes campesinos, religiosos y líderes sindicales, los cuales posteriormente se convirtieron en Jefes Políticos en las estructuras terroristas. Los Jefes Políticos propiamente formados hicieron uso de la propaganda para diseminar la ideología comunista en sus áreas de influencia en el territorio nacional. La propaganda consistía en hacer creer a la población que la clase alta (burgueses), el estado salvadoreño (oligarca) y el sistema capitalista eran los culpables de todos los males en El Salvador. Otra parte de la propaganda de izquierda fue utilizada para deslegitimizar y proyectar a la Fuerza Armada (en el ámbito nacional e internacional) como una institución altamente represiva y violadora de derechos humanos.

“Todas las unidades guerrilleras deben tener en sus cuadros jefes militares y jefes políticos….Estos últimos con conocimiento de propaganda dirigida a la población y contra- propaganda dirigida a las unidades guerrilleras”.Mao Tse Tung,
Guerra de Guerrillas

En 1979 las organizaciones subversivas consideraron que sus cuadros militares y políticos estaban listos para pasar a una fase de acciones directas para desestabilizar al país y propiciar las condiciones para una confrontación de gran envergadura en todo el territorio nacional. Las acciones directas estaban focalizadas en asesinatos y secuestros de alcaldes, líderes comunales y cantonales así como ataques y destrucción de puestos de la Guardia Nacional, Policía Nacional, ANTEL (telecomunicaciones), ANDA, unidades de salud, alcaldías, escuelas, tendido eléctrico y la infraestructura vial en lugares de difícil acceso en Morazán y el norte de San Miguel. Estas acciones buscaron aislar por completo a estas poblaciones y destruir la infraestructura del estado.

Como parte de sus acciones directas en el área político-propagandístico, los subversivos cuidadosamente editaron video grabaciones de ataques indiscriminados, desproporcionados y cobardes contra pequeñas posiciones de la Fuerza Armada en lugares remotos del país. Estas grabaciones fueron presentadas a sus donantes de armamento y dinero en el extranjero como falsa evidencia de un supuesto apoyo popular y un pronto colapso de la institución militar.

En las áreas rurales de El Salvador, el trabajo de los Jefes Políticos continúo con mucha efectividad. Estos crearon escuelas de adoctrinamiento en las que además de inculcar el odio de clases e ideas comunistas, enseñaban técnicas de combate y fabricación de explosivos (minas quita pie y anti-personales).(1) Los adeptos eran en buena parte niños y jóvenes entre 10 a 16 años. Las escuelas de formación ideológica y de combate estaban ubicadas al norte del Rio Torola en el departamento de Morazán.(2) Una vez los alumnos alcanzaban los niveles de adoctrinamiento necesarios, estos pasaban a integrar las filas de combatientes subversivos. La inocencia de los jóvenes y niños estaba lista para odiar y matar. (3)

“La inocencia de niños se les transformó en clara decisión de matar o morir, y muy rápido pasaban de los cuadernos de la escuelita guerrillera a los fusiles”.
Marvin Gáleas
“De mis recuerdos los niños de la guerra”
El Diario de Hoy, 31 de agosto 2006

Guerra Política y las Tácticas del TCnel. Domingo Monterrosa

La Guerra Política no era tema nuevo para la Fuerza Armada de El Salvador al final de la década de los años 70; muchos de sus oficiales ya habían recibido capacitación en la Escuela de Guerra Política de Taiwán. En 1978, el TCnel. Domingo Monterrosa fue uno de los tantos oficiales que recibió dicha capacitación pero quizás fue uno de los pocos que supo comprenderla y, sobre todo, ponerla en práctica a nivel táctico en las zonas conflictivas.

En 1981, El TCnel. Domingo Monterrosa, su estado mayor y su grupo de asesores comprendieron que los subversivos no solo empuñaban el fusil si no que eran agentes diseminadores de propaganda ideológica con años de ventaja en el arte del engaño. Los métodos que los facinerosos seguían para conseguir apoyo de la población generalmente eran coercitivos. El que no apoyaba a la causa era etiquetado de “oreja” (espía) por lo cual debían de ser reprimido. Contrarrestar esta manera peculiar de hacer la guerra se convirtió en una prioridad.

A continuación detallamos los tres componentes tácticos empleados por el TCnel. Domingo Monterrosa y sus oficiales para contrarrestar la Guerra Política en las zonas conflictivas de El Salvador:

La Comunicación y el Contacto con la Población Civil
El elemento básico para contrarrestar las acciones de Guerra Política de los grupos subversivos era el contacto con la población civil. Acercase y comunicarles a ellos el que y el porqué de la Fuerza Armada fue una prioridad para Monterrosa. Para lograr este fin, se reunía con los habitantes de las poblaciones afectadas por el conflicto. Allí él les explicaba:

•Las razones por las que la Fuerza Armada de El Salvador luchaba. La paz de El Salvador como el objetivo del gobierno central. Paz que debía alcanzarse mediante la fuerza que la ley le concedía constitucionalmente
•El respeto a la propiedad y a la vida de la población civil. También, el trato humanitario y el respeto a la vida de los terroristas que se entregaban para su re-incorporación a la vida normal. En ocasiones se apoyaba con el testimonio de desertores de las filas terroristas
•Los valores y costumbres de la sociedad salvadoreña
•Las mentiras diseminadas por la propaganda de los facinerosos

Al visitar las zonas conflictivas durante los operativos militares, Monterrosa también escuchaba los problemas de la población y trataba de solventarlos con las autoridades de salud y educación de los departamentos. En repetidas ocasiones como Comandante del Batallon Atlacatl utilizó los medios de transporte a su disposición para llevar víveres y personal médico a los pobladores. Ya como Comandante de la Tercera Brigada incrementó este tipo de ayuda a la población. Un marcado ejemplo de esta etapa de relación con la población se fecha en el año de 1982, sobre la carretera que conduce a Chapeltique, un autobús se precipitó en un barranco resultó un saldo trágico de muertos y heridos. El TCnel. Monterrosa, quien se encontraba en las cercanías de Ciudad Barrios inmediatamente ordenó interrumpir la operación militar que se desarrollaba en la zona, para que la tropa colaborara en el rescate de heridos y muertos. Estos últimos fueron evacuados por helicóptero hacia la ciudad de San Miguel. Esta ayuda tuvo un tremendo impacto en la población de Ciudad Barrios. Muchas vidas de ciudadanos se salvaron ese día. Un caso similar fue documentado por la prensa nacional cuando el TCnel. Domingo Monterrosa tuvo que asistir un parto en pleno vuelo de helicóptero en diciembre de 1983. Luego de enterarse que una lugareña estaba por dar a luz, el TCnel. Domingo Monterrosa ordenó trasladarla desde la zona de operaciones hasta la ciudad de San Miguel. El la acompañó sin esperar convertirse en parte de la historia. Leer más detalles aquí.

La Prensa Nacional e Internacional como Herramienta de Contra propaganda
Contrario al pensamiento de la gran mayoría de jefes y oficiales militares de la época, el TCnel. Domingo Monterrosa entendía que la apertura a la prensa traía muchos beneficios para la causa de la institución armada y el gobierno de la república. El entendía que la información que fluía en los medios escritos, televisivos y de radio tenía un tremendo impacto en la opinión ciudadana y desvirtuaba con creces la desinformación de las organizaciones terroristas y las entidades que las apoyaban en El Salvador y en los Estados Unidos. Más allá de ser una herramienta táctica, la prensa tenía un valor estratégico para la nación y así lo entendía Monterrosa.

Teniendo claro el valor estratégico de los medios, el TCnel. Domingo Monterrosa nunca evadió a la prensa si no que colaboró con ellos y aprovechó las oportunidades para tener platicas sinceras con ellos. Esta actitud provocó que Monterrosa fuese invitado en diferentes oportunidades a reunirse con miembros de la prensa internacional para tener conversatorios relacionados al desarrollo de la guerra en un hotel capitalino donde todos los corresponsales se hospedaban. Las pláticas eran generalmente en la sala del hotel y en pleno día evitando así la especulación pública.

Al acercarse a la prensa, Monterrosa tampoco pretendía ser el centro de la noticia, su intención era que la noticia del campo de batalla fuera veraz y de primera mano para la prensa nacional e internacional. Esto motivo a que corresponsales de medios de prensa como El Mundo, La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy y otros internacionales como The New York Times, Los Angeles Times, The Washington Post y Newsweek, Times, Soldier Of Fortune, CBS, NBC, ABC, lo buscaran para acompañarlo en operaciones militares.

En el desarrollo de las operaciones militares, Monterrosa nunca trató de manipular o restringir la información a los corresponsales de guerra. El solamente se limitaba a comentar información relacionada al ámbito militar exaltando la labor de sus tropas y focalizándose en los resultados de las operaciones contrainsurgencia. Tampoco fue señalado por hablar más de lo que debía o tener exabruptos con las prensa.

Es obvio pensar que al tener un acercamiento tan estrecho con la prensa, Monterrosa dedicó parte de su tiempo en seguir las informaciones que se emitían para entender la evolución del conflicto a través de los ojos de los periodistas. Él era un fiel lector de la prensa escrita y hacía todo lo posible por conseguir ejemplares de los principales rotativos y revistas nacionales e internacionales. Dentro del contexto de lectura y escucha de noticias, propaganda y contra-propaganda, Monterrosa también siguió de cerca las transmisiones de la Radio Venceremos pero es bueno desmitificar lo que la propaganda terrorista diseminó por años respecto a Monterrosa y dicha radio. Ellos han repetido en múltiples ocasiones que el TCnel. Domingo Monterrosa era fiel oyente de la Radio Venceremos y que estaba obsesionado con su destrucción. Lo que no explican los subversivos es que la comandancia del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y la radio se ubicaban en el mismo lugar y por ende el atacar al puesto de mando terrorista y la radio con todo su personal se convertían en un legítimo objetivo enemigo.(4) Monterrosa no estaba obsesionado con destruir la Radio Venceremos. Monterrosa estaba obsesionado con cumplir su misión y conquistar la paz por el bienestar de los salvadoreños.

“Domingo Monterrosa representa la refundación de la Fuerza Armada de El Salvador en las relaciones cívico-militares”
General de División Mauricio Ernesto Vargas

Campañas Médicas y Reparto de Víveres para llevar Alivio a la Población
En noviembre de 1983, el TCnel. Domingo Monterrosa fue nombrado Comandante de la Tercera Brigada de Infantería como resultado de un cambio importante en la estrategia militar del oriente del país. Una de las políticas generales del gobierno e implementadas fielmente por Monterrosa una vez en la Tercera Brigada fue incrementar la comunicación y coordinación con las autoridades departamentales y alcaldes. El fin de esta dirección fue un mayor apoyo a la población civil en Morazán y San Miguel.

Es por lo anteriormente planteado que a partir de la llegada de Monterrosa a la Tercera Brigada de Infantería se aumentaron los vínculos con las instituciones públicas en aras de llevar un alivio a la población afectada por la subversión. Como parte de esta estrategia se brindó apoyo mediante la participación de médicos, odontólogos, cómicos y músicos. También se repartieron víveres y se realizaron misas de campaña, entre otras actividades. Esa confianza que Monterrosa fue cosechando con la población pronto dio sus frutos y permitió entrar a una nueva etapa a la relación Fuerza Armada y población.

Monterrosa era un soldado muy carismático y llegó a ser querido por la población rápidamente. Los subversivos por su lado comenzaron a sentir que sus acciones de guerra psicológica y propagandística no estaban dando los mismos efectos como a inicios del conflicto. La constante presión de las operaciones militares (causantes de grandes bajas y deserciones al adversario) y las acciones cívico-militares eran en parte las causantes del declive del apoyo popular a la subversión en oriente. Ante esta situación, los facinerosos se vieron en la necesidad de reclutar a la fuerza a jóvenes para completar sus ya debilitadas estructuras.(5) En otras palabras, la Fuerza Armada en el oriente del país estaba recobrando la iniciativa y obligando a la subversión a cambiar de estrategia o rendirse.

“La táctica del TCnel. Domingo Monterrosa está marcando la pauta, persuade a los pobladores del norte de Morazán y San Miguel no apoyar a la insurgencia y el método está dando resultados….se ha dado una baja significativa del apoyo a la insurgencia no ha habido ataque de envergadura en oriente del país en los últimos 10 meses.”
The New York Times, 1984

Cabe señalar que a partir de 1983 y 1984 los facinerosos comenzaron a hacer muchos cambios de orden militar y político en su planificación, uno de esos cambios fue dejar de llamar su agresión como “Guerra Revolucionaria” a “Guerra Popular Prolongada”. Este cambio se debió a lo siguiente:

DESERTAN. San Miguel. Diecinueve guerrilleros, entre ellos una mujer, desertaron de los campamentos terroristas y se presentaron a la Tercera Zona Militar, donde información que habían sido engañados y  cuando se descuidaron sus celadores habrían logrado escapar. Fueron entregados a la Cruz Roja Internacional. (Ramirez) El Diario de Hoy. Lunes 18 de junio de 1984

DESERTAN. San Miguel. Diecinueve guerrilleros, entre ellos una mujer, desertaron de los campamentos terroristas y se presentaron a la Tercera Zona Militar, donde información que habían sido engañados y cuando se descuidaron sus celadores habrían logrado escapar. Fueron entregados a la Cruz Roja Internacional. (Ramirez) El Diario de Hoy. Lunes 18 de junio de 1984

Primero, la Guerra Política en el campo de batalla la estaban perdiendo, solamente en el primer semestre de 1984 más de 800 terroristas se entregaron a unidades en el oriente del país, las acciones de la Fuerza Armada estaban desmoralizando a la estructura terrorista, he inclinado el apoyo de la población hacia la institución militar.(6)

Segundo, para ser considerada una guerra revolucionaria la población debía estar en contra de un solo enemigo. Fracasaron los terroristas en convencer a la población salvadoreña que la Fuerza Armada era una “fuerza de ocupación”, es decir, todos contra el “ejército represivo” no funciono.(7)

Tercero, la Fuerza Armada de El Salvador no había sido derrotada como los terroristas salvadoreños se lo había proyectado al Comunismo Internacional, creían que el triunfo rápido del Frente Sandinista para la Liberación Nacional (FSLN) en Nicaragua se repetiría en El Salvador.

La aplicación de la Guerra Política por parte de la subversión en el oriente del país sirvió para adoctrinar, organizar y ganar adeptos en las estructuras terroristas antes y durante el conflicto salvadoreño. Gracias a las acciones de la Fuerza Armada y los gobiernos legítimamente electos, y a las relaciones cívico-militares lideradas en el terreno por el TCnel. Domingo Monterrosa y sus unidades militares, así como la estrecha relación de él con la prensa, las fuerzas contra-insurgentes del ejército lograron retomar la iniciativa en el oriente de El Salvador. El liderazgo de Monterrosa fue pieza clave que eventualmente debilitó el accionar político y militar de la subversión en Morazán y San Miguel. El efecto fue tan grande que para mediados de 1984 los subversivos habían perdido buena parte del apoyo popular en el oriente del país y sus estructuras terroristas se habían debilitado por las deserciones y muertes de sus combatientes. Los mandos terroristas trataron de completar sus cuadros y levantar la moral de sus combatientes tomando medidas extremas como el reclutamiento forzoso de jóvenes y acciones de gran envergadura en del país con el fin de hacer creer a sus combatientes que la guerra se estaba ganando; sin embargo, estas no prosperaron mientras Monterrosa estuvo al mando de la Tercera Brigada de Infantería en San Miguel.

Referencias:
Museo de la palabra y la imagen, “La decisión de Vencer (los primeros frutos)”, Junio y Agosto de 1981, Morazán, (http://www.youtube.com/watch?v=iXZj22ZRHV4) minuto 31, 33 y 51.
También (http://www.youtube.com/watch?v=9fpr__AADH4) minutos 7:45 y 1:08:00

2 Museo de la palabra y la imagen, “Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP)”, Junio de 1980, Morazán. (http://www.youtube.com/watch?v=qGiFkD7Jhzg)

3 Marvin Galeas, “De mis recuerdos los niños de la guerra”, El Diario de Hoy/ Editorial, 31 de agosto del 2006, (http://www.elsalvador.com/noticias/2006/08/31/editorial/edi2.asp)

4 Mena Sandoval, del Ejercito Nacional al Ejército Guerrillero, Capitulo XX “Reencuentro con el pueblo”, paginas 295/ 296, San Salvador, editorial Arco Iris 1990.

5 La Prensa Gráfica/noticias nacionales, “Intensos combates al norte de San Miguel”, Pagina 2, 04 de abril de 1984.

6 Lydia Chávez, “1,500 in El Salvador flee rebel area, recruiting drive by guerrillas”, The New York Times, Junio 1984.

7 Mao Tse-Tung, Guerra de Guerrillas, Yu Chi Chan, Capítulo I “Que es Guerra de Guerrilla”.